TU ERES MI HOGAR
Mi esposa no deja de sorprenderme cada día, tenemos un mes en esta aldea y no hay un solo día que no de todo de su parte e incluso más para ayudar a estas personas.
Sabía que traerla aquí era una buena idea. Inca he visto un brillo más hermoso en sus ojos como el que tiene hoy.
—llegó una carta amor es de Londres. —se sienta a mi lado para el desayuno y soltando un suspiro la lee.
Por sus labios temblorosos podría adivinar que es de su familia.
—todo está bien? —estiró mi mano para acariciar la suya. Ella asiente con la cabeza
—si todo está Perfecto en casa, solo dice que nos extraña. —no puede ocultar el quiebre de su voz al decir eso.
—podemos volver si es lo que quieres mi amor... —antes de terminar ya está negando con la cabeza.
—no por favor. Claro que extraño a mi familia a todos incluso a los pequeños demonios de los gemelos. —se toma su tiempo para respirar profundo y soltar todo el aire. —pero nunca me he sentido tan útil como me siento al estar aquí.
Sé que es verdad. Es completamente feliz al ayudar a esta gente.
—les escribiré esta misma noche —dice doblando la carta por la mitad y aprieta mi mano que aún sostiene la suya. —gracias esposo.
—¿por qué?
—por hacer mis sueños realidad. Por poner en pausa tu título y tu vida para darme esto.
—princesa, no pude en pausa nada, tú eres mi vida. Tú eres mi propósito. Donde tú estés ese es mi hogar. Te amo.
Se levanta de su silla y camina hasta quedar frente a mí, entre mis piernas.
—te he dicho hoy lo mucho que te amo esposo. —su voz es diferente, es la voz que usa cuando me busca en el momento en que cierra la puerta de la cabaña al terminar con la jornada del día.
—me parece que no. —le digo y mi mano ya está mentida abajo de sí vestido tocando sus piernas y subiendo a la zona de peligro.
Gime con mi tacto y se muerde los labios echando su cabeza hacia atrás. —llévame a la habitación y te lo diré después de gritar tu nombre.
No sé cómo tengo el autocontrol para dejarla terminar de hablar, abandono mi silla y levantándola por su redondo trasero camino con ella hasta llagar a la habitación. Hace justo lo que promete.
Me dice cuando me ama después de gritar y gemir mi nombre cuando le hago el amor.
***
—Puje un poco más! Ya viene...
Este parto no está llenado bien, la mujer en la cama está sufriendo mucho y está a punto de perder el conocimiento, si eso pasa el bebé quedará atorado en el camino y podría perder la vida.
—que puedo hacer Erick en que te ayudo. —mi mujer me pregunta con desespero en su voz. Yo niego con la cabeza.
—prepara el bisturí, si la mujer pierde el conocimiento tendré que sacar al bebé.
Mi perfecta esposa asiente y busca todo lo que necesitaré en caso de tener que salvar la vida de este pequeño.
Espero no tener que llegar a eso, pero presiento que será así.
Después de unos intento más la madre soltera queda completamente inconsciente.
—mierda! —tengo que hacer esto rápido.
Volteo, pero mi esposa ya está Justo a mi lado sosteniendo todo el instrumental con una mano y con la otra levantando un paño para secar mi sudor... ¿Ya he dicho que es la mujer perfecta?—prepara la manta mi amor, todo será muy rápido. —le digo y lo hace. Al cabo de 5 minutos he podio sacar con vida al pequeño luchador. Este bebé que está haciendo todo por llegar a este mundo con vida.
Llora después de unos segundo de haber llegado al mundo de los vivos y mi esposa lo toma en sus brazos y se lo lleva para limpiarlo.
Yo por mi parte cierro el vientre de la madre y cuando busco su pulso, como lo sospeché desde el momento en que perdió el conocimiento... este no está. Sé ha ido.
Me ocupo de avisar al jefe de la aldea, mi trabajo aquí termino y el resto le corresponde a él.
Cuando busco a mi esposa la encuentro sentada en sillón más grande de la cabaña meciendo en sus brazos al recuerdo nacido que ha dejado de llorar y muy convenientemente su pequeña boca está aferrado al dedo meñique de mi esposa.
Me siento a su lado. Y parece salir de su ensoñación. Mira en mi dirección haciendo la pregunta. Yo niego con la cabeza. —se hizo lo que se pudo.
Miro como una pequeña lágrima sale de su ojo y recorre toda su mejilla hasta caer en la manta del bebé.
—oh pequeño. Lo siento tanto. —Niega con la cabeza y nada más sale de su boca, pero entiendo el lenguaje silencioso. Está diciendo que entiende lo que es perder a su madre, porque ella también lo vivió. Dice que como en aquí entonces no pudo hacer nada para salvarla. Y me rompe el corazón.
—princesa, —le acarició el cabello. —el jefe de la aldea está por llegar. Ellos se harán cargo de él. Lo que miro en sus ojos a continuación no es otra cosa más que miedo.
Y la idea más loca, pero completamente loca sé que ya hizo nido en su cabeza.
—No...
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La propuesta de un... ¿Caballero? | LEGADO #1 ✔️
FanfictionEn un Londres, por la época georgiana, en 1832 una señorita de Nombre Violet es presentada en sociedad, pero lo que ella menos quiere en ese momento es encontrar un esposo. Tras perder a su padre a la edad de 6 años a causas de un virus desconocido...