La propuesta de un... ¿Caballero? | LEGADO #1 ✔️

🔹Capítulo 8 🔹

EL PROBLEMA SOY YO

No mentí cuando le dije que yo no soy un buen hombre para ella, y a pesar de eso estoy solo con ella en el jardín privado de un baile social en Londres con mi mano en la suave piel de su mentón.

—te veo. —¿qué me estás haciendo princesa? Por qué no puedo resistirme a tu voz, a tus ojos, a tu toque, a cualquier cosa o petición que sale de tus labios.?
Tú eres la única mujer a la que no quiero lastimar y aun así sé que terminaré haciéndote daño. Tengo que alejarte de mí. Tengo que dejarte ver la clase de hombre que soy y así tú serás la que se aleje por voluntad propia de mí.

—Erick? —maldito infierno. La simple mención de mi nombre saliendo de sus labios me tiene duro. Perdóname por favor, pero tengo que hacerlo, es lo mejor para ti.

—Violet, te veré el lunes está bien? —suelto mi mano de su mentón y miro como sigue la dirección de mi mano como si quisiera sentir mi toque de nuevo y eso me mata. —si me disculpas hay una hermosa señorita que me está esperando por el paseo oscuro. —le guiñó un ojo siendo un completo idiota. La estoy lastimando lo sé, pero es mejor así. No soy hombre para ella.

—ah sí? Que se divierta esta noche —me sonríe como la mujer fuerte que es, sin una pizca de debilidad.
Maldito infierno. Hago una reverencia y me alejo perdiéndome por el jardín.

No mentí, sí hay una señorita esperando por mí. La tomo por la espalda y clavo mis manos en sus pechos con desesperación. Me convenzo a mi mismo de que este soy yo, de que el problema soy yo. Con mis ojos cerrados le besó el cuello me llenó de su aroma y no es el de mi princesa, y nunca lo será.

Será mejor que me lo crea antes de que pueda arruinar a la única mujer que quiero tener, pero que no puedo poseer.

Los minutos con esta mujer no fueron suficientes para mi dureza, Cuando entro al salón de baile aún no me he liberado. Pienso que ya fue suficiente para mí y camino hacia la salida, pero solo hay un vestido rojo esta noche y no es posible que evite ver cómo da vueltas en la pista de baile de mano de un caballero.

No tiene cara de ser mala persona, tal vez sea el hombre indicado para ella. Tal vez debería dejarla encontrar ese hombre que la apoye y la deje cumplir su más noble y Perfecto sueño.

Entonces no sé por qué estoy caminando en su dirección, no sé por qué mi cuerpo está reaccionando en contra de mi voluntad.

—a donde vas? —el brazo del hermano de Violet me hace regresar por mi camino.
—perdón? —le digo sin entender

—que esperas que haga? Tienes una situación allá abajo y vas corriendo en dirección de mi hermana? —me explica y de inmediato entiendo que la situación se encuentra dentro de mis pantalones. Y algo más que la vergüenza me inunda.

—no es lo que parece —me apresuro a decir consciente de que no tengo escapatoria. Consciente de que he quedado como un pervertido.

—será mejor que termines tu noche por hoy —me dice y no puedo creer que un mocoso de 16 años me esté diciendo lo que tengo que hacer. Pero lo peor de todo es que tienen razón.

Asiento con la cabeza y salgo del salón sin más interrupciones.
Llegó a casa en menos de 10 minutos y no puedo creer que la situación dentro de mis pantalones aún esté dura y reclamando ser liberada.