🔹Capítulo 16🔹

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DESPUÉS DEL BESO 2

Erick

Soy un completo idiota. No fui capaz de abrir el consultorio la mañana siguiente al ese baile, donde le robe su primera beso a Violet.
No fue capaz de dormir un solo minuto.
Y tampoco soy capaz de seguir tirado en mi cama recordando lo suave de sus labios y su embriagante sabor... ¡Dios no!!

Salgo de mi habitación y de camino al comedor escucho ruidos desde la habitación de mi padre. Me acerco y la imagen de él convulsionándose por falta de aire en sus pulmones me rompe en mil pedazos.
Corro hacia él y sentándolo en su cama golpeó su espalda para ponerla recta y permitir el poco acceso a oxígeno al que él es capaz de recibir.

Dios mi corazón.

Masajeo su pecho hasta que se estabiliza.
—hijo...
—no digas nada —lo interrumpo. —estoy aquí.

Estoy aquí

***

El día sigue siendo de mierda. Mi padre se recuperó, pero es solo cuestión de semanas. Y aunque lo sé desde hace tiempo nunca es fácil.

Lo que también sé es que cuando eso pase dejaré, Londres, no puedo quedarme y seguir haciéndole daño a la princesa más noble y hermosa que jamás conoceré.

Eso es lo que haré.

Salgo de mi casa necesitando algo de aire fresco, por el camino encuentro a muchas de las mujeres con las que he sido un libertino y eso solo reafirma mi decisión, me iré y dejaré de causar daños.

Entrando en una florería, ordenó un arreglo de flores blancas y rosas para que lleguen a la casa de Violet. Sé perfectamente que unas flores no son suficientes, pero es todo lo que puedo hacer para expresar mis disculpas.

No volveré a tocarla, no volveré a besarla y en el remoto caso de qué regrese al consultorio. No volveré a pensar en ella como la mujer que es. A partir de hoy será la hija prohibida de un hombre que bien puede matarme. La estudiante particular de Medicina prohibida con el propósito más noble de la vida. La mujer prohibida a la que no puedo ver de otra manera. La asistente prohibida y yo no seré más que un caballero frente a ella.

Con las decisiones tomadas regreso a casa para dormir un poco y continuar con el desastre andante que soy.

***

Y sí. Este día es peor que anterior.
Cuando llego al consultorio hay más de 10 personas esperando entrar.

¿Dios que pasó en la ciudad que todos están malditamente enfermos?

Me tomo un momento para calmarme y les pido a todos que respeten sus turnos para poder darles el servicio que se merecen.

Empiezo mi día y las primeras dos consultas me toman más el tiempo que deberían. Corro a la bodega y a la recepción sin sentido.

Mierda, y todo por un beso.

Después de un tiempo encuentro mi ritmo y empiezo hacer más rápido con las consultas, pero un hombre en específico al que con todas mis ganas deseo no estar viendo, camina hacia mí, mira a mi alrededor, encontrando un caos total. Deduce que la persona que está buscando no está aquí...

La propuesta de un... ¿Caballero? | LEGADO #1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora