🔸Capítulo 27🔸

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PROPÓSITO

Solo una semana después hemos llegado a nuestro destino, haciendo paradas muy necesarias para hacer el amor por la noche en cada hostal y habitación disponible por el camino.

Para este momento me siento como una mujer completamente diferente, tacha eso. Recién ahora entiendo lo que es ser una mujer.

El placer con mi esposo es solo la punta del iceberg. Lo que hay debajo es lo que lo hace todo perfecto, sus atenciones, su cuidado, su manera de adorar mi cuerpo y mi mente. Que siento que me conoce más de lo que yo me conozco a mi misma.

Ha sido la mejor semana de mi vida, y si antes tenía la intención de hacerlo sufrir hasta que reconociera que sentía el mismo amor por mí, como él que yo sentía por él...
Todo quedo olvidado.

Me ha amado de todas las maneras disponibles y cada una es mejor que la anterior. Anoche por ejemplo me hizo estar arriba de él.

—móntame bebé —me dijo con esa voz ronca y llena de deseo. Esas dos simples palabras me llegaron directo al centro ubicado entre mis piernas y me hicieron actuar en automático.

Eso hice lo monté. Y fue... como decirlo...
Excitante, caliente, eufórico. Me hizo sentir que cabalgaba directo a las estrellas.

Me asusté por Los sonidos que salían de mi boca, eran tan escandalosos que me quise tapar la boca.

—no te ocultes de mi bebé, saca todo lo que tienes. —me dijo mientras me ayudaba a montar la ola de mi orgasmo. Después de eso el tomo el control tomando en cuenta que perdí todas mis fuerzas y me dio más placer del que creí posible.

En fin la mejor semana de mi vida.

Eso nos trae a este momento.

Bajamos del carruaje y lejos de lo que espera ver y pensaba, este no es lugar hermoso, no hay árboles, ni flores, ni una vista hermosa, incluso el aire se siente más pesado y caluroso, lo único que veo es tierra, lodo, y un desierto árido y abandonado.

—do-donde estamos mi amor? —me acerco a mi esposo y lo tomo del brazo, mi voz hace eco en el lugar sin vida. Y es un poco escalofriante.

—al final de mis estudios, uno de mis mentores me hablo de este lugar. —Erick empieza a hablar con voz tranquila. Mientras acaricia mi brazo —es una aldea cerrada y olvidada para el mundo. La universidad tenía un programa, como servicio social, el cual incluía venir a este lugar y ofrecer atención médica a la aldea.

Mi cuello gira tan rápido en su dirección que casi lo tuerzo. —espera... estamos aquí para.... —se me acaban las palabras. Si estoy entendiendo bien, Erick nos trajo a este lugar para hacer exactamente lo que le dije que quería hacer con mi vida? —pero... pero...

—no hay peros princesa, ese día sabio que yo sería el único que haría realidad tus sueños y eso es lo que estoy haciendo. Te amo.

Para este momento es imposible no derramar lágrimas, mismas que mi esposo besa y seca con sus labios.

Este hombre es realmente maravilloso y es... mío.

—yo te amo a ti. —le respondo mientras lo rodeó con mis brazos, sumerjo mi cara en el hueco de su cuello y me lleno de su increíble aroma. —te amo mucho. Gracias.

—estas lista para empezar?

—ahora? —me separo de él para verlo a los ojos.

—los niños enfermos no esperan

—niños? —mi pregunta sale más como un grito estrangulado.

Erick asiente con su cabeza. —El principal problema en esta aldea es la desnutrición infantil, desgraciadamente, los aldeanos no tienen el suficiente recurso, y la tierra no la adecuada para la agricultura, entonces apenas sobreviven.

El corazón se me hace tan chiquito que quiero llorar.

—y por qué siguen aquí?, no hay otro lugar para que puedan hacer su vida? —no sé cómo pregunto cuando el nudo en mi garganta me lo hace casi imposible.

—verás, ellos son muy fieles a su cultura y a sus creencias, y según estas, no puedes abandonar su tierra. Se considera traición, por consiguiente se castiga con muerte.

—pero están muriendo de igual forma. —ahora estoy gritando, pero por el enfado que me provoca saber esto.

—no podemos ir en contra de su cultura, lo único que podemos haces es ayudar. ¿Quieres hacer esto conmigo verdad?

Asiento con la cabeza y Erick me abraza y deposita un beso casto en mi frente. Dios, no tenía idea de que existieran este tipo de culturas y mucho menos que tengan tanta necesidad.

—estoy lista esposo. Quiero ayudar.

Y eso hacemos.
Nos presentamos con el líder de la tribu, afortunadamente Erick tenía un documento firmado por su universidad que nos avala para estar aquí.

Nos instalamos en una pequeña cabaña y ordenamos los suministros. ¿En qué momento Erick hizo esto? Mi hombre es Perfecto.

Para esta misma tarde empezamos a dar consultas. Conocer a esta gente de verdad que ha completado por completo el propósito que tenía en mi vida.

Volvimos a ser solo Erick y yo contra el mundo.
En este lugar al menos no me hacen menos por ser mujer, al contrario. Han sido muy amables conmigo cumplen a ciegas con cada indicación que les doy acerca de su salud.

—estoy agotada mi amor —digo al cerrar la puerta de nuestra cabaña al terminar con el trabajo por el día de hoy.

—en serio? —no te queda energía para Max más? —de pronto el calor sube por mi cuello y se instala en mis mejillas. —sabes lo encantadora que eres cuando te sonrojas?

—y sabes lo terriblemente coqueto y provocador que eres?

—si lo sé, pero esa parte de mí es exclusiva para ti. —ya está frente a mí rodeándome la cintura con sus brazos pegando su duro frente al mío.

—más vale que así sea doctor Windsor, porque no soy de las mujeres que comparten. —como si fuera tan natural empiezo a frotar mis pechos en sus duros pectorales.

—lo mismo va para usted señora Windsor.

Es lo último que dice antes de abrir la puerta del dormitorio y cerrarla con su pie después de entrar conmigo en brazos.

Terminamos la noche amándonos el uno al otro de la mejor manera.

Amo cada centímetro de este hombre.

La propuesta de un... ¿Caballero? | LEGADO #1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora