🔸Capítulo 21🔸

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PERDÓN

La tarde de ayer es un borrón.

Creo estar segura de haberle dicho a Erick que estoy enamorada de él, pero por alguna razón lo que pasó después es tan confuso.

Hoy he regresado en compañía de mi madre, pretendo cumplir la promesa de visitar a lord Windsor el tiempo que sea necesario.

—como están las cosas entre tú y Erick querida? —mi madre me detiene a unos metros de llegar.

—mmm. Pues. —me encojo de hombros. —no lo sé. no creo que sea un buen momento para hablar de eso con él. Su padre... —suspiro con dolor.

—lo sé, hija. —mi madre me reconforta. —solo intento saber si tus sentimientos han cambiado.

Guardo silencio, no queriendo ocultarle nada a mi madre. Le digo la verdad.— en todo caso han aumentado madre, ahora no tengo duda, lo quiero.

Mi madre no dice nada. Solo suspira como si le costara verme crecer y enamorarme.
Si ese fuera el caso puedo entender el sentimiento. Porque incluso a mí me cuesta creer que en mi primera temporada me he enamorado.

—es lo que quiero para todos mis hijos. Matrimonios por amor. El amor puede que sea lo único que mantenga a flote sus matrimonios cuando las pruebas de la vida y las cosas se ponen difíciles.

¿Amor? ¿Realmente esto es amor? Como puedo saberlo sin antes haberlo sentido.

—como... —me aclaro la garganta. —como sé que es amor de verdad? —me arriesgo a preguntarle a la experta.

La mano de mi madre acaricia mi cabello.
—tal vez mi respuesta no sea lo que esperas, pero... el amor no tiene reglas, ni un manual, no viene con instrucciones... el amor solo es.

Tiene razón. No esperaba esa respuesta.

—gracias? Creo. —le digo para no hacerla sentir mal.

—cuando lo sabes, lo sabes. Y creo que tú lo sabes Vi. —me da una palmadita en la espalda. —vamos.

Terminamos de llegar la casa Windsor y cuando se abre la puerta el silencio y las caras largas nos reciben.

El mayordomo nos indica entrar, pero no sale nada de sus labios. Una sensación en mi pecho empieza a oprimir mis pulmones hasta que empiezo a perder la respiración.

¡No! Por favor no.

El dolor se intensifica, tanto que creo perder el equilibrio. Mi corazón se duele. Arde y sufre.

—por favor no. —digo al mayordomo. El cual agacha la cabeza y llevándose una mano al corazón asiente. Y sé que es el final.

Ha muerto. Dios. Duele tanto.

—cuando? —mi madre es la que habla por mí.

—esta noche mientras dormía. Si de algo sirve. Su rostro estaba en paz. —escucho sus palabras a medias por la presión de mi sangre bombeando en mis oídos.

Entonces recuerdo nuestra conversación de ayer...

"Gracias hija. Ahora puedo morir en paz."

No escuchó más sonido que el de mi corazón latiendo erráticamente.

Mi madre sigue hablando, preguntando y ayudando si es que algo se puede hacer.

Empiezan a caminar en dirección de la cocina, pero mi voz los detiene.

Con toda la calma que puedo expresar pregunto.

—Erick? —solo decir su nombre en voz alta me duele.

La propuesta de un... ¿Caballero? | LEGADO #1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora