La propuesta de un... ¿Caballero? | LEGADO #1 ✔️

🔹Capítulo 22🔹

POR FIN

ERICK

Tres días han pasado desde la muerte mi padre. Siempre dije que estaba preparado para esto, pero la verdad es que ningún aviso ni tiempo te puede preparar realmente.

Intente seguir con mi vida y mi rutina normal, pero falle desde el primer día. No pude poner un pie fuera de mi habitación.
Apenas probé bocado y rechacé todo tipo de visitas y compañía.

Todas.

Tres notas se han acumulado en mi mesita de noche, una arriba de la otra, una de cada día. Todas reflejan la misma preocupación.
Violet no tiene la culpa de que no sea tan fuerte como aparento.

¿Qué clase de marido podría ser para ella?.
Niego con la cabeza enredando mis manos en mi cabello largo y sucio.

"Me estoy enamorando de ti"

Fueron sus palabras ese día. Lo único que pude hacer fue besar su frente y fingir que no había dicho nada.

No puede estar enamorada de mí, está confundida.
Es lo que me digo a mi mismo para creer que así es. Así es mejor...
¿Pero mejor para quien? No para mí eso es claro...
Alejarla cada vez es más difícil para mí.
Decirle a mi cuerpo que no reaccione a sus ojos grises y dominantes cada vez es más difícil.

Y convencer a mi corazón de que no la quieren a ella... ya no es una opción.

Sé que le prometí que no me iría sin antes hablar de lo que nos está pasando. Pero no sé si pueda no sé si sea capaz de hacerlo sin caer de rodillas frente a ella. O peor aún no sé si podré verla sin querer raptarla y llevarla a conocer el mundo tal como ella quiere.

Tal vez sea mejor así.

Poco a poco cierro los ojos y creo caer en un sueño profundo hasta que la cama se hunde a mi lado.

Me digo que debo de estar soñado porque esa es la única explicación a que el olor tan particular que ella tiene este llenando mi espacio.

No podría haberlo hecho. Sé que se ha escapado de su casa antes y que incluso contemplo la idea de huir de sus padres antes de conocerme y convencerme de ser su maestro.

Me rio para mis adentros porque no tuvo que convencerme... yo caí en su precipicio el día que mire sus ojos en ese primer baile.

Desde que puse un pie en la ciudad ella está en cada recuerdo.
Bueno y malo.

Y eso definitivamente no es bueno.
No de la manera en que debería.

No puedo seguir perdiéndome en mis pensamientos, porque cada vez estoy más seguro de que estoy despierto y cava vez estoy más seguro de que ella está aquí.

Suelto un suspiro y la enfrento.
Abro los ojos para encontrarme con su bello rostro frente al mío.

En su cara hay tristeza y me duele saber que yo soy la razón.
O no sé si me estoy dando demasiada importancia.

—hola. —me dice con apenas un susurro. —lamento despertarte, solo quería asegurarme de que estuvieras bien. —más bien creo que quería asegurarse de que no me fui sin hablar con ella. —el mayordomo no me dejó entrar y no sé si recibiste mis notas.

Cada palabra que sale de su boca me sana y me reconstruye un poco más.

¿En qué momento se convirtió en la única persona con esa capacidad en mí?

Giro mi cabeza y vuelvo a mirar el techo de mi habitación. Pero de reojo miro como su vista de clava en las notas en mi mesita de noche. sus notas. Y un sonido diferente empieza a salir de su boca.