🔸Capirulo 18🔸

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UNA MENTIRA INOCENTE

No se trata de mí. Este día se trata de Erick y haré lo que sea necesario para hacerle saber que no está solo y que no tiene por qué estarlo.

Una cosa es que él así lo quiera, pero tengo que hacerles saber que no tiene por qué hacerlo solo.

Con mis padres llegamos a la mansión Windsor a primera hora de la mañana.
La cara del mayordomo me hizo pensar que no están acostumbrados a recibir visitas y eso me dolió un poco.
Quiere decir que el padre de Erick ha estado enfermo y solo por mucho tiempo.

Nos pasaron a la sala común y ofrecieron bocadillos. No los aceptamos porque no una visita para tomar el té.

Si quisiera borrar de mi memoria la cara de Erick cuando me vio parada frente a él en su propia casa, no podría hacerlo jamás.

Mire toda su vulnerabilidad, y preocupación.

—Dios mío estás bien? —sus palabras salieron apresuradas, su mano viajó a mi rostro, acariciando mi mejilla.

—hola! —le dije con una sonrisa.

—hola —respondió sin percatarse aún de la presencia de mis padres.

—cof cof. —mi padre fingió toser para hacer notar su presencia y de inmediato si un paso hacia atrás. No creo que mi madre le haya dicho algo sobre mis sentimientos. De ser así no estaría tan tranquilo.

—me disculpo, —empezó Erick. —no tenía idea de que estaban aquí o de que vendrían y pensé que la salud de Violet se había complicado.

—no es nada de eso muchacho. —en realidad soy yo el que quiere disculparse. En primer lugar por llegar a tu hogar sin avisar, y en segundo lugar por nunca darnos cuenta de la condición de tu padre.

—la has pasado mal querido, y has estado solo —mi madre se acerca a Erick —pero ya no más. Has hecho tanto por nosotros que ahora es Justo que nosotros te acompañemos en este proceso.

—no. No es necesario. Yo... —Erick con el ceño fruncido empieza a rechazar la compañía de mi familia.

—está bien que quieras estar solo Erick. —suspiro dando un paso en su dirección hasta quedar frente a él. Inclinó mi cabeza hacia arriba y viéndolo directamente a los ojos, continuo. —pero tienes que saber que no lo estás.

Siento como sus barreras se derrumban. Y por un momento miro brillar más sus ojos.

Sus ojos se clavan en los míos como si quisiera saber todos mis secretos y yo quiero dárselos. Ojalá pudiera verlos en mis ojos. Ojalá mire que no quiero que se vaya. Y que... lo quiero.

Se aclara la garganta y vuelve su máscara, esa perfecta donde oculta la verdad de sus sentimientos.

Asiente con la cabeza en dirección de mi padre y juntos salen del salón.

Mi madre se me acerca y me sonríe.
—vayamos a la cocina. Tal vez podamos ayudar o pedir que preparen algo especial.

Asiento con la cabeza y salimos del salón.

***

El personal es muy amable, pero es muy evidente que no está acostumbrados ver mujeres que no sean del servicio en la casa.

Escuche que papá se está poniendo a la orden en la administración de la casa. Revisando que todos los pagos y servicios estén en orden. Mando podar el jardín que ya estaba un poco marchito.

Han pasado un par de horas y no he vuelto a ver a Erick.

—en seguida regresó madre. —Tomando un servicio de té y galletas salgo de la cocina.

La propuesta de un... ¿Caballero? | LEGADO #1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora