🔸Capitulo 9🔸

709 60 1
                                    

AMIGOS?

—¿Cómo hiciste para que tu doncella aceptara quedarse afuera? —Erick me pregunta cuando empezamos a pintar las paredes de la recepción de su nuevo consultorio.

Me encojo de hombros —tengo un trato con ella. —no puedo evitar sonreír, le prometí que convencería a papá para que la case pronto. Y no es mentira lo haré.

—a veces me das miedo Violet —me dice con la brocha en la pared pero su rostro inclinado en mi dirección. Su mira me juzga y eso me hace reír más fuerte.

—que podría hacer una señorita inocente como yo mi lord? —actúo como si en realidad lo fuera, inocente. —mi más grande pescado es soñar con algo que no puedo tener. —le digo regresando mi vista a la pared que también estoy pintando.

—sí, sé lo que se siente —dice con un suspiro pesado y algo en su tono de voz me dice que debo fingir no haberlo escuchado.

Los dos parecemos habernos perdido en nuestros propios pensamientos. Pintar es tan relajante. Aún que no sea un cuadro de arte, sí es un lienzo en blanco y se siente como si pudieras plasmar lo que sea que quieras, tus sueños por ejemplo, y ahí sí que pueden ser realidad.

—mi hermana Jane pinta. —le digo rompiendo el cómodo silencio que reinaba ya por mucho tiempo.

—ah si? Que lindo. —me dice, pero no creo que entienda lo que quiero decir.

—mi padre... —me aclaro la garganta —mi primer padre, murió de una enfermedad, un virus no reconocido. —llamo su Atención porque su mano se quedó inmóvil y la pintura de su brocha empieza a gotear. —Él fue pintor y de los buenos. —un suspiro de anhelo sale desde el fondo de mi corazón. —mi hermana no tiene miedo de segur sus sueños. Es tan parecida a él, creo que llegará muy lejos.

Le digo, pero no espero que responda. Es solo algo que tenía ganas de expresar en voz alta.

—se hace más fácil? Con el tiempo? —me pregunta.

—que cosa?

—extrañarlo...

—no! —respondo sin titubear. —no! Pero aprendes a vivir con eso y encuentras pequeñas cosas a que aférrate. Como ella se aferra a sus pinturas. Sé que seguirás sus pasos y no puedo esperar para verlo.

—y tú a qué te aferras Vi.? —pregunta dejando la brocha en el suelo y acercándose tanto a mí que un calor que emana de su cuerpo empieza a llegar al mío.

—no lo sé —me encojo de hombros. —una parte de mí sabe que nada de lo que haga lo traerá de vuelta. ¿Sabes? Pero la otra me dice que puedo hacer algo por alguien más. Ya sabes ayudar a que la gente no muera. Al menos no sin antes intentar salvarla.

Erick no dice nada. También bajo mi brocha al suelo y cuando levanto mi rostro para verlo, lo encuentro con una expresión seria en su rostro, como si se estuviera conteniendo a decir o hacer algo. Como si le costara soltarse conmigo. Trago saliva al recordar que nuestra relación no es del todo Sana. No lo odio, pero no me cae bien y creo que él siente lo mismo por mí.

—lo siento, te estoy distrayendo. Sigamos con la pintura si? —le digo, pero él sigue sin reaccionar.

Niega con la cabeza y creo que estallará en el enojo que refleja. Pero no lo hace. Miro como su cuerpo tiembla un segundo y cerrado los ojos suspira hasta relajar su cuerpo.
—mi padre está muriendo —dice con la voz apenas audible, tan ronca como un trueno en medio de la tormenta.

Me llevo la Mano a la boca y exclamó un suspiro ahogado. Doy un paso y cierro las distancia entre nuestros cuerpos. Tengo que inclinar mi cabeza hacia arriba para segur viendo su cara.

La propuesta de un... ¿Caballero? | LEGADO #1 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora