Narra Yukio: Tras el primer gol, el príncipe Carlos nos da una nueva estrategia, correr de un lado a otro con el balón. Los defensas casi no gastamos fuerzas, pero los delanteros sí.
Arion consigue ver un hueco en el equipo rival y se interna con Fei, pero, cuando ya están a punto de tirar, termina el primer tiempo.
Volvemos al banquillo. El príncipe Carlos nos da una nueva estrategia, cambiar la posición de los defensas por los delanteros y cortar todos los pases.
Decidimos obedecerle y en el segundo tiempo sacamos nosotros. Goldie me pasa el balón, echo a correr, pero...
—El plan, chico, el plan —dice el príncipe.
Murmuro algo y echo el balón fuera. Así estamos unos minutos, hasta que Gabi consigue un hueco y se lanza al ataque. Pero se lo quitan y lo desviamos. Gabi no se levanta. Ilek se acerca a mí.
—Ahora o nunca —me dice.
Asiento. Interceptamos el pase, y ambos usamos nuestro nuevo miximax.
—Miximax trans Cleopatra —dice ella.
—Miximax trans Marco Antonio —contesto.
Ambos corremos con el balón pegado, y regateamos a varios rivales con el regate dual. Gabi mantiene una conversación con Juana al mismo tiempo. Llegamos a la portería, y chuto con mi supertécnica.
—¡Aullido de lobo!
El portero desvía el balón hacia Gamma. Pero Gabi se saca de la espalda un espíritu guerrero y se hace con el balón.
—¡Valquiria abanderada, Brunilda!
Le pasa el balón a Ilek, que echa correr conmigo. Wonderbot hace el miximax con él y Juana justo a tiempo de que nos quiten el esférico. Entonces él lo roba sin problemas. Se lo pasa a Víctor, y él marca gol.
Sacan. Esta vez sí somos nosotros los que nos hacemos con el balón.
—Regate dual —exclamamos regateando a nuestros oponentes.
Ilek se lo pasa a Riccardo, que usa el miximax, marcando así el gol de la victoria. Tras esto, el partido se termina y los guerreros franceses van a la batalla.
Vemos como la ganan, y volvemos de vuelta todos juntos. Pasamos la noche con ellos. Ilek está fuera, y yo no puedo dormir, así que voy con ella.
—¿Tampoco puedes dormir? —pregunta.
—Qué va —contesto—. Y eso que estoy cansado por los dos partidos seguidos.
Ella sonríe un poco. Charlamos un buen rato bajo el cielo azul de Francia. Ella acaba durmiéndose allí y yo le hago compañía. Al día siguiente, abro los ojos y grito al ver a Goldie pegada a mí.
—Tenéis una cama calentita y preferís dormir en el suelo —pregunta.
Me encojo de hombros.
Decidimos volver a la caravana para ir a casa. Nos despedimos de Juana y subimos. Gabi se queda unos minutos hablando con ella. Barry se sienta dentro, pensativo y con mala cara.
—Vamos todos juntos —pide.
—Ni hablar —contesta David—. Tú con tu equipo y yo no con el mío, ese era el trato.
—¿Qué pasa? —intervengo.
—Barry quiere interferir en mis planes —insiste David.
—Eso no es verdad —protesta Barry—. Solo pido que hagamos los dos equipos.
David se le encara. Decido intervenir y les propongo hablarlo en el presente. Ellos aceptan, aunque Barry no parece estar de muy buen humor. Mejor los dejo a su aire.
Sin embargo, me siento cerca de él. Aún se aguanta la pierna sutilmente. Le doy un toque en el hombro haciendo que se gire hacia mí.
—¿Qué pasa?
—¿Estás bien? —señalo la pierna—. Llevas dos partidos prácticamente seguidos y en uno te hicieron una buena entrada.
—¿Como? —Goldie también se vuelve hacia mí.
Barry le quita importancia. Arrancamos y volvemos al presente.
Ya allí, los demás chicos del equipo nos vienen a saludar, con Jimmy.
—Cuánto tiempo —dice Riccardo.
Él sonríe. También llega mamá, con algo de comida y yo corro a darle un abrazo.
—¿Qué haces aquí? —pregunto.
—Viene todos los días para saber cómo estamos —explica Fletch—. También nos está ayudando a entrenar.
—¿Ah, si? ¡Qué bien!
—Quiero poder ayudar también. No voy a quedarme quieta —dice ella.
—Así se habla —sigue Goldie.
Mamá sonríe y vemos a Barry sentarse y mover el pie. Dice que no es nada, pero le duele. Ella se da cuenta y se acerca en silencio.
—¿Puedo echarle un vistazo? —sonríe dulce.
Barry se sobresalta.
—¿Un vistazo a qué?
—Tu pierna. Te duele.
—No es verdad.
Goldie me mira y le explico que mamá es enfermera. Ella asiente y acompaña a Barry.
—¿Le podrías mirar la pierna? —pregunta inocente.
—Claro —dice mamá.
—No es necesario —protesta Barry.
—Me quedo más tranquila —añade Goldie.
Él gruñe en desacuerdo, pero no parece que vaya a llevarle la contraria.
—Podemos ir a un sitio aparte —propone mamá.
—Yo acompaño —Goldie levanta la mano—. Puedo, ¿verdad?
Mamá asiente. Barry suspira pero también cede. Goldie le da la mano y ambos se marchan.
—Y ya lo ha convencido —dice Víctor.
—Esos dos traman algo —sigue Adé.
—Son una pareja muy bonita —añade Ilek con una sonrisa de oreja a oreja—. Espero que duren por mucho tiempo.
—No —contesto de forma instintiva.
Todos me miran.
—¿No... qué? —pregunta Ilek.
—No son pareja.
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La revolución del fútbol
FanfictionEl instituto Raimon se enfrenta al Sector Quinto tras la llegada de Arion Sherwind. Yukio ve en su nuevo compañero cierto parecido con una persona muy importante para él y decide seguirle. Echa de menos poder jugar con libertad, como cuando era pequ...