La revolución del fútbol

Capítulo 21: El nuevo entrenador.

Narra Shawn: ¿Qué acaba de decir Steve?

—¿Có-cómo que Takemi está vivo? —pregunta Mark.

—Steve, ¿hablas...hablas en serio? —sigo yo sin creérmelo.

Él asiente.

—Bueno, no es oficial. Hay rumores de que en el extranjero hay un chico parecido a Takemi. Es posible que sea él, lo que afirmaría que está vivo.

Takemi... vivo... No es posible.

—Pero nos llamaron y dijeron que estaba muerto —insisto—. Que había fallecido en el tiroteo de Egipto al proteger el hospital infantil.

—Ya lo sé. También me cuesta creerlo, pero no quiero negarlo. Si puede estar vivo, quiero encontrarlo —añade Steve—. Ese chico tiene un hijo y una mujer. Debe volver con ellos.

—Que él esté vivo puede ser un golpe muy serio para Yukio y Camellia —murmuro—. No debemos decirles nada hasta estar seguros de que es él realmente.

—Bien dicho, Froste —sonríe Kerry.

Sonrío un poco.

—Por cierto, Mark —le digo para hablar de lo que quería—. Es posible que el Sector Quinto vaya más allá de controlar el fútbol.

Narra Yukio: La noche me pasa rápido. Ahora ya estamos todos en casa. Shawn ha prometido no irse por una buena temporada, ya que Kerry, la entrenadora del Alpino, ha podido volver a su puesto.

—Me sorprendiste mucho usando el Aullido del Lobo —dice—. No sabía que la estabas practicando.

—Ah, es que no la practiqué —sonrío—. Me salió sola al querer defenderte.

—Menuda caja de sorpresas —ríe mamá y me revuelve el pelo.

Les echo la lengua, contento.

Llega la hora y salgo corriendo al instituto. Estamos más cerca de ganar el Camino Imperial.

—Solo espera —murmuro—. Ganaré con tu espíritu. Estarás orgulloso de mí, papá.

Sin embargo, al llegar, veo a Mark serio, igual que Jude. Me acerco a JP y Arion y les pregunto por lo que ocurre.

—El entrenador Evans quiere decirnos algo —explica Arion.

Mark echa un vistazo a la sala.

—Equipo —habla—, lo siento. Tengo que irme del equipo durante una temporada.

—¿Qué? —nos sorprendemos todos.

—A partir de hoy, Jude Sharp será el nuevo entrenador.

—Espere, entrenador —interviene Riccardo—, nos debe una explicación al menos.

Sin embargo, el entrenador se marcha sin decirnos nada. Celia y el señor Sharp también se marchan y todos nos quedamos muy tocados. Bueno, menos Ryoma.

—El entrenador... —murmura Arion—. ¿Por qué?

—¿A qué vienen esas caras, pardiez? —protesta Ryoma—. El entrenador se ha ido, ¿y qué? La vida sigue.

—Eres nuevo y no lo entiendes —murmuro—. Ese hombre nos ha estado ayudando a seguir jugando al fútbol.

—Bueno, pues ahora hay que seguir. Que se haya ido no quiere decir que acabe el fútbol.

—Yo quería seguir jugando con él —le escucho a Arion.

Jade se acerca a Ryoma y le da un fuerte golpe en el pie, por lo que él protesta. Por lo que a mí respecta, me marcho al campo de fútbol.