Capítulo 30: Saturn toma una decisión.

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Narra Saturn:  Al día siguiente voy al hospital a ver a Sol. Parece que está bastante animado. Me alegra mucho verlo así. Sé que volveremos a jugar juntos.

No sé cómo hace, pero se las apaña para salir de la cama sin que nadie se entere. Caminamos por el hospital hasta una habitación. Me fijo en el nombre: Preston Princeton.

—Pero esto... —me detengo.

—¿Qué pasa? —se acerca—. Anda, ¿ese no es el chico que fue a hablar contigo después del partido?

—¿Cómo lo sabes...? —le miro confuso.

—Me lo dijo Jove. Os vio.

Entra sin más. Suspiro y le sigo.

La habitación es igual que la de Sol, y en la cama está él, Princeton, tumbado en la cama.

—Vaya, hola —nos sonríe.

—¿Qué haces aquí? —respondo rápidamente.

Él nos cuenta que unos chicos le dieron una paliza jugando al fútbol, y que cuando Yukio y otro chico del Raimon fueron a por él, ya era tarde.

Agarra con fuerza las sábanas de la cama al recordarlo.

—Saturn, ahora el equipo te necesita más que nunca. Por favor, échales una mano —me pide, preocupado.

—Lo siento, Princeton, pero ya te dije que yo sería fiel al Universal.

Sol nos mira, con confusión, y Princeton le explica lo que me contó. Entonces el capitán asiente con la cabeza y da una palmada.

—Saturn, tienes que ir —habla.

—No, Sol —le miro—. Ahora tú no estás en el equipo. No puedo dejar a los chicos.

—¿No querías jugar con Yukio de nuevo? Está en su equipo. No es traicionar al Universal, es jugar por el Universal —posa las manos en mis hombros—. En ese equipo hay jugadores de muchos institutos que lo único que quieren es divertirse juntos. El fútbol que te gusta, el auténtico fútbol, Saturn.

El suelo gana mi mirada. Sé que Yukio me causó una buena impresión. Puede que fuera porque me recordó a mí cuando empecé en el fútbol, siempre con una sonrisa en la cara, sin preocupaciones.

—Yo... quiero jugar con él otra vez —murmuro.

—Entonces ve con su equipo. Yukio no será tu rival, sino tu compañero —habla Princeton.

Los miro a los dos. Vale, me han convencido.

—Está bien. ¿Dónde entrenáis? —pregunto.

—En la Royal Academy.

Narra Yukio: Llegamos al instituto. JP y Arion me reciben con sus sonrisa habituales, y Fletch se queda algo alejado. Le saludo con la mano y le indico que se acerque, y él viene hacia nosotros.

—Hola, Fletch —sonríe Arion.

—Hola —responde en voz baja.

Caminamos hasta el Edificio Fútbol. Allí llegan las sorpresas. Primero, nos encontramos con Mark hablando con Jude y Celia. No aguantamos y todo el equipo lo rodea, Fletch incluído.

—Entrenador —saluda Arion.

—Hola, chicos —contesta él.

Nos sentamos en los bancos de la sala y él nos explica qué ha estado haciendo. Fletch mantiene la vista clavada en el suelo, y una cara muy seria.

—Siento haberos dejado en medio del torneo —explica el entrenador—. Después del partido con el Alpino, estuve hablando con Shawn Froste y Kerry Bootgaiter. Me dijo que detrás del Sector Quinto había más, y debía descubrir de qué se trataba.

La revolución del fútbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora