CAPÍTULO 57

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                                🌸   

Uno, dos , tres, cuatro... Uno, dos , tres, cuatro... Uno, dos , tres, cuatro... Uno, dos , tres, cuatro...  Dos giros y levanto la pierna...
Uno, dos , tres, cuatro... Uno, dos , tres, cuatro... Uno, dos , tres, cuatro... Uno, dos , tres, cuatro...  Dos giros y arqueo mi espalda hacia atrás...

—He terminado por hoy...! —dije con voz agitada mientras que me tumbaba sobre el suelo con los ojos cerrados, tratando de recuperar el aire.

Ese viernes por la tarde, había estado bailando sin parar durante dos horas consecutivas en uno de los salones vacíos del segundo piso de la casa. Desde la noche anterior que bailé para Madara en la azotea del Hotel Hanasaki, recuperé mis ganas de seguir haciéndolo para no perder la práctica.

Abri mis ojos y miré los pies de Madara,  una vez más él había aparecido como un fantasma en el salón donde yo había estado practicando sola; poco a poco me iba acostumbrando a sus extrañezas, así que verlo allí esa vez no me sorprendió tanto como en otras ocasiones.

Madara tenía una fría botella con agua en su mano, así que me senté sobre el suelo y se la recibí.

—Me encantó tu baile de hoy... —me dijo mientras que se sentaba también sobre el suelo.

—¿Me viste...?

—Yo siempre te observo, que tú no me veas es otra cosa... —respondió.

—No siempre lo haces... Durante los meses que estuvimos alejados, en ningún momento lo hiciste. —le dije.

—Tú no querías saber nada de mi, así que hice lo que querías en ese momento; que me alejara de ti... —dijo.

—No recuerdo que fuera así propiamente, pero eso ya no importa... —extendi mi mano para agarrar la suya. —Y dime ¿qué estuviste haciendo todo este tiempo mientras que yo estaba aquí...? —le pregunté.

—A parte de mirarte, también estaba leyendo un libro... —respondió.

—¿Si...? ¿sobre qué...?

—Dioses y Demonios... Un antiguo libro que encontré en el laboratorio que fué de Saori. —me dijo.

—¿Encontraste algo que pudiera ser importante para ti...? —le pregunté.

—Hasta ahora, no. Lo que he encontrado alli, ya lo había leido hace muchos años atrás.—dijo él.

—Tengo entendido que ella lograba invocar dioses o demonios... —dije.

—Eso lo lograba por medio de técnicas prohibidas ninjas. Como ya sabrás,  hasta hace poco fué que me enteré que Saori no solamente era conocedora en Fūinjutsu (Técnicas Secretas de Sellado), sino también en Kinjutsu (Técnicas prohibidas). —dijo él.

En ese momento pensé en el pergamino que he guardado por tanto tiempo en mi mochila de viaje que no había podido estudiarlo por mi constante trabajo como Ninja Médico. Tuve toda la intención de decirle que lo viéramos para así poderlo entender mejor, pero escuché la voz de Madara decirme:

—Y también preparé nuestro almuerzo...  Así que vayamos a comer porque...

—Porque la comida fría es desagradable... Ya lo sé...!  Jajajaja...! —le interrumpi.

—Si, eso iba a decir...

—Jajaja...! Eres muy quisquilloso con ese asunto de la comida fría. —le dije mientras me colocaba de pies

—Un poco, si...
Si no es un platillo que se sirva frío, no tiene porqué estar frío entonces... Si te lo sirven frío es descuido o dejadez del cocinero; si tú lo dejas enfriar es inapetencia, desgano o simplemente desinterés por el esfuerzo que hizo la persona que ha preparado tus alimentos... —me dijo.

MI EXTRAÑO VECINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora