Soy Sakura Haruno, una Ninja Médico Profesional graduada de la Escuela de Medicina medicina en la Universidad de Konohagakure.
En mis ratos libres disfruto bailar en mi habitación para relajarme y de paso, relajar las tensiones y deleitar los poder...
Madara utilizó su Jutsu para enviar a una de sus sombras hasta la salida de la Aldea de los Cerezos. A los pocos segundos llegó a su destino mientras que también permanecía sentado en la banca del Malecón junto con la joven pelirrosa.
El Uchiha con Rinnegan inspeccionó cada rincón de la Aldea de los Cerezos y la recorrió rápidamente tanto adentro como por fuera tratando de ubicar el chakra que había detectado.
—Esto no puede ser posible pero estoy plenamente seguro de haber sentido su chakra... Era ella, conozco perfectamente su chakra... Volví a sentir su energía después de tantos años y me niego a estar equivocado... —pensaba.
La sombra del Uchiha se alejó varios kilómetros de la aldea para seguir con su búsqueda, pero como no obtuvo ningún resultado; regresó nuevamente a Los Cerezos haciéndose vivisible mientras que ingresaba por la gran compuerta de ingreso.
Madara se dirigió a los dos guardianes de turno que lo miraban intrigados.
—Buenos días, señor... Su identificación por favor...
—Soy Uchiha Madara y estoy residiendo temporalmente en esta aldea por asuntos de negocios y personales... ¿Tienen registros de entradas o de salidas recientes de una mujer mayor... quizás si, quizas no... —decía dubitativamente
—Eeh... ¿Quizás si o no...? —los guardianes miraban confundidos al Uchiha.
—Haruno Saori... Ese es su nombre... —dijo él.
Uno de los guardianes miraba el registro de entradas y salidas recientes en el sistema.
—No... No, señor... No ha entrado ni salido ninguna mujer con ese nombre recientemente ni en ningún momento... —le respondió.
—Gracias... —Madara ingresó a la aldea.
—Señor, espere...! No me ha entregado su identificación para...
—Te dijo la verdad... Aquí aparece en el registro de ingresos de este mes su nombre. Proviene de Konohagakure, es un gran comerciante inversionista en esta aldea y... —el ninja guardian abrió sus ojos aterrorizado. —Es el Procurador Fiscal Ninja del País del Fuego...! Tiene un alto rango ninja y no fuimos respetuosos con ese señor...! —decía.
—¿Y yo qué rayos iba a saber...? Bueno, ya ni modo...
*
Su sombra se hizo invisible y regresó a su cuerpo mientras que pensaba seriamente en lo sucedido. Los primeros rayos del sol empezaron a asomarse en el cielo, Sakura seguía ebria y dormida; así que la cargo en sus brazos y empezó a caminar sin prisa hasta la casa.
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