Soy Sakura Haruno, una Ninja Médico Profesional graduada de la Escuela de Medicina medicina en la Universidad de Konohagakure.
En mis ratos libres disfruto bailar en mi habitación para relajarme y de paso, relajar las tensiones y deleitar los poder...
Toqué dos veces la puerta de uno de los consultorios de la Clínica Geriátrica.
—Adelante...
—¡Hola, Kabuto...! —lo saludé con emoción.
—¡Hola, Sakura...! Hasta que por fin nos vemos en el mismo turno esta semana ¿eh? Jajajaja!
—¡Jajajaja! Si, la semana pasada estuve cinco días de noche y descansé dos días seguido. ¿Cómo te ha ido en el turno de la mañana? —le pregunté.
—Bien, he estado atendiendo más que todo a pacientes de la tercera edad con problemas cardíacos y cerebro vasculares... —respondió él.
—¿Si? En la noche estuve en emergencias, pero nada crítico. Esta aldea es bastante tranquila, asi que solo atendí urgencias gineco obstetras, síntomas gripales y una que otra alergia alimentaria. Esta semana he estado atendiendo a niños únicamente... —dije.
—Fantástico... He terminado mi turno de hoy ¿y tú? —me preguntó.
—Si, se acaba de ir mi último paciente hace algunos minutos. ¿Qué te parece su vamos a la cafetería de la clínica a tomarnos algo, eh...? —le pregunté.
—Si, me parece bien... —Kabuto se puso de pies.
Guardé mis pertenencias dentro de mi cangurera médica y me fuí con él.
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Habían transcurrido ya quince días desde que habíamos retomado nuestras labores como Ninjas médicos y ya solo me quedaban quince días para abandonar aquella hermosa aldea como era Los Cerezos.
En días pasados, Madara había viajado a Kumogakure para ir mirando desde ya alguna vivienda temporal que me quedara muy cerca del Hospital Central de esa aldea; pero el País del Rayo es un lugar con alto índice de habitantes y con la infraestructura más moderna de todas las Naciones Ninjas. Esto quería decir que conseguir un inmueble en alquiler en plena zona urbana y central era tan difícil como extremadamente costoso el metro cuadrado. Afortunadamente, el dinero no era problema; sino la disponibilidad de un lugar para vivir con las condiciones que requeriamos.
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