Estos ingresaron, para la rubia se sentía una como una recién casada al llegar con su pareja al apartamento. La pelinegra ingreso de un giro, y una sonrisa iluminosa, que la rubia amo.
__Tengo hambre, ¿Que quieres comer?.—Habló la pelinegra tomando su celular.—Pedire comida, dime algo, Leoncito.
__Mm, Pizza.—Tomó asiento en la cama para sacarse las zapatillas.—Con extra queso, y jamón.
__Me parece bien, pediré una pizza para mi lindo novio.—Sonrió para marcar a una pizzeria. La rubia la miró al escuchar tal cosa "Cursi" que salio de la boca de su novia.
Se te está acabando la nube negra.
Mientras la pelinegra pedía la pizza, Leo, fue a un armario para sacar unos jeans,y una camisa blanca ajustada, Seria el look de la foto del anterior cap.
Se cambio,y se coloco algo de desodorante. Luego fue hacia la cocina donde se encontraba la pelinegra tomando un poco de agua.
__¿Como me veo?.—Preguntó tocando su cabello Rubio.—¡Por tu mirada debo decir que te encante!.
__Te ves muy gay.—Sonrió para acercarse, y pegarse a su novio.—Todo te queda perfecto, tendrías que ser modelo.
__Modelo, me llama la atención pero me gusta rapear.—Le guiño el ojo.
__Ami también, que coincidencia.—Sonrió para darle unos besos en el cuello.—Eres suave, Leoncito.
La rubia la tomó de la cintura, esos besos se estaban poniendo calientes, y más calientes. Esta la separo para que deje de hacer tal cosa, por que habría consecuencias.
La pelinegra Quejó pero se mantuvo serena, con solo apreciar el rostro de su novio, se derretía, le dio unos besos en los labios para después ir por algo de agua, estaba sedienta.
__¿Tienes algún juego?.—Preguntó.—¿Alguno de armas, guerra?, tengo ganas de jugar algo contigo, y no cosas de parkour.—Eso lo ofendió, pero decidió ignorar.
__¿Te gustan las luchas?.—Tenía unos cuantos juegos de lucha, eran fascinantes, aunque no era un vicio, no los jugaba mucho. Básicamente antes de darse de intercambio, los jugaba con sus amigas. Dahyun Momo.
Aquel día hablo con Hoseok, y le tuvo que contestar alas chicas de que estaba bien, de que algún día la podrían visitar, las estará esperando. Y si, sabían lo que estaba pasando, y eso las enojaba.
Luego de que la pelínegra haya asentido de que le gustaban los juegos violentos, ambos se dirigieron al computador, donde ingreso a una carpeta, que contenía el Counter, Mortal Kombat, etc.
__No me dijiste que tenias el Counter-Strike.
__Si quieres ju..—La pelinegra le arrebato el Máuse para darle clic al Mortal Kombat, y se encontró con varios personajes, etc.
Mientras jugaban a las peleas, pensaban que sería mejor tener una consola, si "Lisa", tenía una consola, pero no aquí, si no en su casa, su verdadera casa, la casa de su madre. Fue comprada por parte de la familia maternal, y es una casa de lujo, pero eso está en manos de la parte paternal desde que falleció Chitthip Bruschweiler.
Al jugar unas partidas terminaba ganando la pelinegra quien festejaba en cada segundo, la rubia no se daría por vencida, pero apenas se movio le arrancó la cabeza, el timbre sonó.
__¡Ya llego la pizza!.—La pelinegra se levantó.—¿Que paso mocoso?, Al parecer no sabes jugar.—Se fue hacia la puerta.
__¡Tramposa!.—Le grito, si hizo trampa por que se le movía encima cuando jugaban, y eso le hacia perder la concentración del juego, y ahora tendría que calmar una erección.—¡No juego nunca más contigo!.—Fue por algo de agua.