Cap largo
__¿Es enserió?.—La rubia Brincó de la emoción al tener unos papeles de Hanbok en sus manos.
__No pensé que te haría feliz, pero si ahora ambos géneros vendrán.—Sonrió el señor kim apagando la computadora.
__Eso es bueno.—Abrazó a su suegro.—Prometo anotar a mis hijos en su instituto Señor kim.
__A eso, ¿No te interesaría trabajar aquí en algún futuro?.—El abrazó se desprendió.—¿Que es lo que le gusta?.
__¿Habla enserió?.—El mayor asintió.—Me gusta la tecnología, la economía, la cultura, me gusta esto.—Habló con felicidad.
__¡¡En ese entonces eres perfecta para Hanbok!!.—Se levantó de la silla.—Cuando quieras Manobal eres bienvenida.
__¡¡Gracias, estudiaré para el gran instituto!!.—Brincó, guardo el papel del instituto cambiado.
__Algún día llegaras a mi puesto, o mi hija será directora.—Sonrió.—Nadie sabe.
__Me encantaría ser su ayudante.—Agradecía con toda el alma la amabilidad del señor kim.
El mayor fue hacia unos cajones, sacó una Laptop, con un cargador, fue directo ala rubia y se la dio en manos.
__¿Eh?.—Miró al señor kim.
__Es para ti, te enviare correos, como tareas, no necesitas de la universidad, pronto seremos familia. —Le entregó la laptop con confianza.
__¡¡Gracias!!.—Agradeció.—¡¡De verdad muchas gracias!!.—Casi se pone de rodillas pero no iba a exagerar.
Luego de agradecer y tener una charla hasta con lagrimas, la rubia salio para ver como estudiantes de ambos sexos ingresaban, se sentía grande, solo por un año, ahora no estudiaría más, trabajaría duro para su futuro. Un futuro perfecto obvio.
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__Traje tacos.—La Japonesa dejo una canasta lleno de ellos.—Disfruten se ven con cara de muertos de hambre.
__Me cae mal tu amiga.—Habló Chaeyoung.
__Ami me caes peor Duende maldito.—Le Tiró un poco se salsa. La japonesa tenía que defenderse a los comentarios de Son.
__¡¡Hey, basta!!.—Regañó Roseanne a las dos más desastrosas.
Estos hacían desastre en la cocina mientras que la rubia Lalisa andaba llorando de felicidad junto a uno de sus grandes amigos.
__Te amo, y verte sonreír junto a Jennie me hace tan feliz.—El pelinegro Hoseok la abrazó con todo lo que tenía.—Verte contenta pequeña es un sueño.
__Solecito te amo también, gracias por quedarte hasta aquí conmigo.—Acaricio su espalda, desprendieron el abrazo para tomarse de las manos.
__Cuenta conmigo hasta el final, siempre estaré, pase lo que pase, tu eres mi familia.
__Eres mi padre.—Le dio un pequeño golpe en el hombro.—¿Para cuando la novia?, ¿Eh?..—Elevó una ceja.
__Novio, querida.—Recalcó seriamente.
__¡¡¿Que!!?.—Gritó con sus manos en los hombros de su amigo, lo sacudió con fuerza.—¡¡¿desde cuando?!!.