── O26

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Habían pasado 5 minutos desde que Jungkook había recibido el mensaje de su pequeño ángel. Al ver lo fuerte que estaba la lluvia y los truenos, no esperó más para correr a su auto e ir por él, preocupado.

La preocupación estaba en todo su ser. Necesitaba saber cómo se encontraba su novio.

Cuando bajó del auto, fue lo primero que vio: estaba hecho bolita en un rincón de la estación de autobús. Mientras lloraba, aquella imagen hizo que su corazón se hiciera trizas.

No espero más para correr hacia el cuerpo del menor.

— Mi amor… —Se puso a su altura y lo abrazó—. Bebé, estoy aquí

Jimin levantó la mirada y dejó de abrazar sus piernas, para abrazar a su mayor y aferrarse a él, sin dejar de llorar.

— K-kookie tengo mucho miedo — lo mira y cubre sus oídos al oír un trueno.

— Lo sé, bebé, pero todo estará bien… vamos, te llevaré a mi departamento, ¿Sí?

— S-sí… por favor — lo miro con los ojos algo hinchados y rojos, por haber llorado.

Aquello le rompió aún más el corazón a Jeon. No quería ver a su pequeño en ese estado.

Tomo en brazos al menor, para llevarlo hasta el auto y subirlo en el asiento del copiloto, tomó unos auriculares y se los colocó al menor, puso una canción tranquila, para que dejara de escuchar los relámpagos y la lluvia.

Tomó su mano y la besó.

Necesitaba que estuviera tranquilo, no quería seguir viendo cómo se encontraba llorando y temblando.

>>>

Ya había pasado una hora desde que Jungkook había recogido a su novio en aquel lugar, ahora se encontraban en su departamento.

Pero el menor no dejaba de llorar.

Y por más que Jungkook intentara, no lo dejaba ni siquiera ver su rostro, él solo se aferraba a sus piernas, mientras lloraba.

Lo único bueno es que desde hace un rato ya había dejado de llover y eso lo había calmado un poco.

— Pequeño, por favor, dime qué pasó, me tienes muy preocupado — muerde su labio y se acerca para abrazarlo.

Jimin suspiró entre lágrimas y sollozos, aún no quería hablar, solo quería llorar. Así que solo abrazó a su mayor con fuerza y lo miró.

— P-perdón… Pero ahora n-no tengo ganas de ha-ablar — muerde su labio, mirando el pecho del mayor.

— Está bien, pequeño. Cuando quieras hablar, aquí estaré para escucharte. — trató de secar las lágrimas del menor, pero era imposible porque seguían cayendo. Suspiró y besó la cabellera del menor.

Jimin se dedicó a llorar por un largo rato, sin dejar de pensar en todo lo sucedido. No podía creer que, luego de tantos años, su progenitor haya vuelto.

Lo peor de todo es que su madre lo había perdonado, luego de todo lo que le hizo pasar a los dos, lo había perdonado. No entendía el porqué, ella misma le había dicho que jamás lo perdonaría.

Pero no cumplió con eso, lo había perdonado. Solo esperaba que ese hombre no pensara volver a sus vidas de forma permanente.

Deseaba que fuera solamente momentánea su visita y que pronto se fuera nuevamente de sus vidas. Aunque tal vez eso haría sufrir a su madre, no sabía qué es lo que estaba sentía por ese desagradable hombre.

Poco a poco se fue calmando, no quería seguir preocupando a su novio. Tenía un rato llorando en su hombro y se sentía mal, que este lo abrazara y tratará de calmarlo, sin siquiera saber que lo había puesto de esa forma.

Teacher » Kookmin ✓ (𝗰𝗼𝗿𝗿𝗶𝗴𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora