𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞
Sé lo que pasa con Ruby pero no quise insistir en hablar porque ella tiene razón, no es el lugar ni el momento adecuado, por ahora hay que disfrutar de este día junto a las persona que más queremos.
Salgo a tomar un poco de aire pero de haber sabido a quién me iba a encontrar no lo habría hecho.
—¿Qué haces aquí? ¿no deberías estar con tu familia? —pregunta Nate con un tono que no me agrada.
—Salí por un poco de aire, pero sí, ahora regreso con ellos —lo digo para molestar porque Ruby ni siquiera quiere verme.
—¿Fue eso o porque Ruby no te quiere ver? —frunzo el ceño.
—No sé de dónde sacas eso —
—No se necesita ser tan inteligente para darse cuenta que eres un idiota —avienta el humo de su cigarrillo.
—El único idiota eres tú —digo con las manos sobre mi cintura.
—No lo creo, yo sí hubiera valorado a Ruby incluso habría sacrificado todo por ella y no a ella por todo —
—No sabes lo que dices, tuvimos que hacerlo por nuestras familias —
—Lo sé pero no peleaste lo suficiente, siempre lo he pensado —
—¿Qué hubieras hecho tú? —suelta una risa nasal.
—Hubiera ido tras ella, no tengo nada en contra de ti, al contrario daría lo que fuera por ser tú, por ser el hombre más afortunado pero no lo soy, ella te eligió sólo no lo arruines —palmea mi hombro y regresa adentro.
Ya lo arruiné.
𝐄𝐝𝐝𝐢𝐞
La persona que Ruby contrató para la música no tiene idea de lo que hace, quiero levantarme, tomar un taxi e ir por mi guitarra, regresar y darles un buen show, mi mente piensa locuras a cada rato pero pensamientos insanos se adueñan de mi mente porque Cassie se dirige al baño.
Mi rubia siempre ha sido linda pero hoy luce más linda que siempre, el movimiento que sus nalgas hacen que frunza el ceño y tense mi mandíbula, de reojo observo que papá tiene a Violet cargada, mi princesa está a punto de dormirse y esta oportunidad no la puedo desaprovechar.
—Voy al baño —le doy un trago a mi cerveza y salgo corriendo hacía allí, tengo que entrar en el personaje, cuidando que nadie me vea entro al baño de mujeres y afortunadamente no hay nadie más que la mujer que me vuelve loco.
—¿Ya terminaste? —me cruzo de brazos frente a la puerta del cubículo dónde está ella.
—¿Eddie? —pregunta alarmada.
—Hola señorita —rápido abre la puerta y sale sorprendida.
—¿Qué haces aquí? —sonríe mostrando sus lindos dientes.
—Vine porque este par tiene horas seduciendo a este hombre débil —aprieto sus nalgas y la acerco a mí. —¿Quieres que me vaya? —susurro a centímetros de sus labios. —Eres tan linda amor —paso un mechón de su cabello detrás de su oreja. —Pero también eres mala —mi mano sube por su muslo metiéndose dentro de su vestido.
—¿Mala? —frunce el ceño, su respiración comienza a acelerarse.
—Sí, mala, te pusiste este corto vestido sin bragas, ¿por qué? —mis dedos tocan su cálida entrepierna.
—Por... porque se marcaban en el vestido —sonrío y llevo mis dedos más adentro.
—Creí que por otro motivo —hago puchero.
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𝐒 𝐄 𝐌 𝐏 𝐈 𝐓 𝐄 𝐑 𝐍 𝐎
RomanceSEGUNDA PARTE DE "MIL VIDAS MÁS" "- Dijiste que esto nunca tendría fin, ¿acaso mentiste? - mi mirada apunta a la ventana donde días atrás me cuestioné lo mismo. "