𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞
Estoy rentando un departamento a unas cinco cuadras de distancia de la cabaña, sé que nunca voy a recuperar el tiempo perdido pero ya estoy junto a ellos y eso es lo importante, llenaré de buenos recuerdos la vida de Ethan, seré el papá que siempre quise tener y haré todo lo que este en mis manos para que sea feliz, así como yo que lo soy desde que conocí a su hermosa madre y lo soy aún más desde que lo tuve en mis brazos por primera vez.
Estos días han sido increíbles, los mejores de mi vida, he disfrutado cada segundo, minuto y hora que paso al lado de mis dos grandes amores.
Ya está todo listo para mañana, sólo falta comprar mi vestuario, lo haré cuando termine mis pendientes pues aún trabajo para mi padre, he estado demasiado ocupado para buscar otro empleo pero el lunes buscaré algo aquí en California, hablaba en serio al decir que nunca más me separaría de Ethan ni Ruby.
Me levanto en busca de un vaso de agua pero el timbre suena, la puerta no tiene mirilla así que debo abrir para averiguar de quién se trata.
—¿Qué haces aquí, no fuí lo suficientemente claro al decir que no quería volver a verte? —baja la mirada, intento cerrar la puerta pero me lo impide.
—Fuiste muy claro pero no voy a desaparecer sólo porque me lo pidas —
—Eres como una piedra en mi zapato, si viniste hasta acá debe ser importante así que habla —
—Necesito que me perdones —dice sin rodeos. —Sé que no lo merezco pero no puedo vivir tranquilo, sé que arruiné tu vida y te separé de lo que más quieres pero en verdad estoy arrepentido, dime que puedo hacer para merecerlo —suelto una risa nasal.
—Te perdono, ¿pero tú ya lo hiciste? ¿ya te perdonaste? —sus ojos se llenan de lagrimas.
—No, no puedo perdonarme el no haber sido un buen esposo ni un buen padre, nunca me voy a perdonar el haberte descuidado a ti y a Cassie, y mucho menos el haber puesto mis intereses por encima de su felicidad, tengo dinero, propiedades, autos pero no los tengo a ustedes, no tengo a mis hijos —sus palabras logran formar un nudo en mi garganta.
—No sé que decirte, no es tan fácil, yo soy una buena persona y a pesar de eso me está costando recuperar a mi familia pero no me voy a rendir, quizás necesitas hacer lo mismo, demostrar que en verdad quieres estar en nuestras vidas —
—Toma —me extiende una carpeta forrada de piel.
—Son las acciones de la empresa, ahora es tuya ——No me refiero a esto, no quiero tu dinero —me duele que después de todo crea que soy como él.
—Lo sé, pero ya no quiero hacerme cargo, piénsalo es el futuro de Ethan —
—¿Cómo sabes su nombre? —frunzo el entrecejo.
—Escuché a Ruby llamarlo así en la boda de tu madre, lo recordé porque no dudé en que era tu hijo, es igualito a ti —sonrío, me gusta que me lo recuerden.
—Buenas tardes, aquí vive... ¿Steve Harrington? —asiento con la cabeza.
—Soy yo —
—Esto es para usted —me entrega una caja rectangular en color blanco y una nota que se roba toda mi atención, es la letra de mi pequeña.
Me gustaría combinar nuestra ropa del mismo color de aquellos tulipanes que dejabas junto a mí, bueno parecida, no encontré rojo.
Ruby M.
No puedo evitar sonreír al terminar de leer la nota, entro al departamento para ver de que se trata, es una camisa color guinda.
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𝐒 𝐄 𝐌 𝐏 𝐈 𝐓 𝐄 𝐑 𝐍 𝐎
RomanceSEGUNDA PARTE DE "MIL VIDAS MÁS" "- Dijiste que esto nunca tendría fin, ¿acaso mentiste? - mi mirada apunta a la ventana donde días atrás me cuestioné lo mismo. "