MORT ━ Levi Ackerman [Male OC]

XXXIX

Año 850.

El tiempo transcurría de forma muy distinta a la habitual siempre que se encontraban de expedición, era como si todo pasará más lento, como si les permitiera apreciar un poco más los que podían o no ser sus últimos minutos de vida.

Habían pasado casi veinte minutos desde que el barril había volado por encima de todos, barril que en quince minutos habían confirmando que se trataba del titán colosal al caer un rayo al interior de Shiganshina.

── ¡Todos, cúbranse! ─ ordenó Erwin a los soldados que se encontraban bajo el muro al notar que el titán bestia tomaba una roca para dividirla en pequeñas piedras, esperando llegar a los oídos de todos antes del impacto.

Pero no lo logró, pues solo unos segundos después de gritar, varios soldados habían caído agonizantes sobre le tierra, con alguna parte del cuerpo destruida por el impacto de las piedras sobre ellos.

── ¡Todos ustedes, tomen un caballo y retírense hacia el muro! ─ ordenó Levi, tratando de tomar el orden de todos los que se encontraban cerca de él.

Dan se vio obligado a quitarse la capucha de su capa, prestando atención a todo lo que lo rodeaba, observó algunas piedras caer a sus costados y sintió como una lograba pasar a solo centímetros de su brazo, viendo el tamaño pudo darse cuenta del peligro que todos corrían estando en ese sitio.

── De pie... ─ se acercó a un par de soldados que habían caído ante el temblor del suelo que era provocado por el impacto de las piedras de mayor tamaño.

── ¡Rápido! ─ Levi se aseguró de guiar a aquellos que tenían a los caballos bajo su cuidado.

A diferencia de Dan, su forma de poner de pie a los soldados no fue suave, sino que se encargó de tomarlos con fuerza para obligarlos a avanzar con el resto.

Si había algo peor que la lentitud a la que parecía moverse el mundo cuando estaban fuera de los muros, era la tensión y el estrés al que todos se sometían estando ahí.

Los que seguían de pie se mantenían lo más alerta qué sus sentidos les permitían, pero aún con eso eran incapaces de mantenerse al tanto de todo, pues si tenían los ojos abiertos por mucho tiempo el polvo - que era levantado por las piedras al caer a su alrededor- entraba a sus ojos y les impedía ver por varios segundos.
Había otros que optaban por dar prioridad a sus oídos, pero el sonido de las piedras estrellando contra las casas y los muros les arruinaban ese intento de concentración.

Estar en estado de alerta no era suficiente para ninguno, porque sin indicaciones o algo que les asegurará una ruta de escape; no tenían forma de asegurar su supervivencia.

O cualquier otra cosa.

Levi se acercó a Erwin al verlo bajar del muro, Dan los pudo ver comenzar a conversar, pero se encontraba más ocupado tratando de ayudar a todos los que se encontraban vomitando por aquellos que morían al perder parte del cuerpo.