MORT ━ Levi Ackerman [Male OC]

XXIX

Año 850.

Levi asintió a lo dicho por Jean, permitiendo que se alejará con el dúo de chicos de la policía.

── El subcapitán está tardando en regresar ─ Armin comenzó a caminar a su lado, deteniéndose sólo segundos después para observar a su alrededor y asegurarse de que se encontraban seguros.

Él solo observó a sus espaldas como el trío se alejaba con el de pelo marrón vigilando los movimientos de los policías.

── Fischer no corre peligros estando solo, sabe lo que necesitan y si quieren hacerlo hablar tendrán que torturarlo con un método que lo haga soportar más de lo que un humano puede.

── Entendido, capitán ─ estuvo por hacer el saludo, deteniéndose al ver la mirada que su superior le ofrecía.

── Hay cosas más importantes que los saludos en estos momentos, vamos a ver si tus compañeros lograron encender la fogata.

── Si.

Sasha y Connie se encargaban del fuego, Mikasa se encargaba de vigilar que nadie se acercará por el ruido que hacían y por supuesto, Armin había sido el encargado de sugerir alejarse de aquel almacén apenas Sasha terminó de vendar las heridas de Levi.

── ¿Ha dicho algo? ─ Mikasa negó ante la pregunta de Levi, llevándolos a observar al soldado que había reemplazado a Dan casi dos horas atrás ─ Oye ─ él levantó la cabeza, listo para escuchar lo que sea que su superior quisiera decir ─ ¿Qué haces aquí?

Pero su respuesta fue la misma; silencio.

── Somos de tu equipo, si nos ayudas con esto, tal vez decidamos compartir un poco del pan que conseguimos contigo ─ Connie levantó un palo y sin dudarlo, golpeó con poca fuerza a Sasha para obligarla a interactuar con el desconocido.

── ¿Tu eres el esposo del subcapitán? ─ ella regresó el golpe a su amigo, comenzando a discutir entre murmullos por la propuesta que ella había hecho con el pan.

...

── Buenas noches ─ Dan empujó la puerta de la cabaña, ubicando cada una de las velas que la iluminaba.

── Hijo ─ su acción se detuvo, parpadeando y tallando sus ojos un par de veces para asegurarse de que lo que tenía enfrente no era producto de sus desvelos ─ ¿Podrías tomar asiento de una vez? Tu padre no está en su mejor momento.

Por el tono de su voz, pudo adivinar que tal vez era eso a lo que Zelik se refería al decir que no se lo recomendaba, su padre se encontraba alterado, lo suficiente como para hablar más rápido de lo que recordaba.

── Lo haré.

Ezra acercó una silla hasta la entrada de la cabaña, sentándose y sonriendo al ver que su hijo hacía lo mismo pero en el suelo.