Capítulo dieciocho.
Isabel Harrison.
--Me agradó mucho el chico —exclama con una mirada ilusionada.
Suelto una risa—. Se nota, y su boca también —suelta una pequeña risa, y después de unos segundos, todo se vuelve silencio—. ¿Estás lista? ¿Te sientes bien?.
La pelinegra sacude su cabello en medio de un suspiro—. No lo sé, después de lo de Jake, yo... —se queda callada.
--Trataré de describir lo que te pasa —asiente, y yo continúo—. No quieres parar tu vida, ni sentir miedo, ni limitarte por lo que pasó con Jake —asiente—. Pero también sabes que no has sanado y necesitas recuperarte y cerrar ese ciclo antes de intentar conocer a alguien más.
--Es exactamente lo que siento, lo único que siento es que —hace una pequeña pausa y camina hacia mi ventana—. Ese ciclo de Jake se cerró cuando mató mi amor con tantas desilusiones.
--Pero... Tienes miedo de volver a encontrarte con otro hombre como él —asiente. Suelto un suspiro—. No todos los hombres con los que te vas a topar en la vida, van a ser como Jake. Pero te recomiendo que vayas a terapia, que aproveches esto que te ha pasado para hacer lo que te gusta, expresa el arte de tus ilustraciones, superarte como persona y mujer, y ver bien con quién vas a establecer tu próxima relación.
Asiente—. Tienes razón, no me siento en condiciones de estar en una relación, de confiar nuevamente en alguien.
--Ese consejo que yo te estoy dando, era justo lo que necesitaba antes de ir a ese bar, y conocer a Ethan, si lo hubiera escuchado, ahora no tendría tantos achares, no pensaría que me es infiel, pero... ¿Qué te digo?... Soy una idiota en el amor —suelta una risa ante mis palabras.
--¿Es amor lo que sientes por él? —pregunta, haciendo que el ambiente se vuelva serio.
Me quedo algunos segundos pensando, mientras me dejo caer en mi cama—. ¿Una pasión tan intensa se puede convertir en amor?.
--No es de pasión de lo que te hablo —las mejores son amigas son aquellas personas que saben más de ti, de lo que tú sabes.
--Hay tantas cosas que me recuerdan a Leonard, y no sé si es eso lo que me haga sentirme tan segura, pero a la vez, tan insegura con él, con su cariño, con su manera de amar —Hago una pequeña pausa—. He dudado de él, lo suficiente como para querer alejarme, pero no puedo, hay algo, y no sé qué, pero me hace querer que todo sea diferente, que no hayan dudas sobre él... Y no sé por qué me siento tan bien cerca de él, cuando hay tantas cosas que me hacen pensar que no estoy haciendo lo correcto quedándome a su lado.
--Se nota lo poeta que eres —camina hacia mi cama, y se acuesta a mi lado—. Pero sabes que hay cosas, o mejor dicho, personas que pueden unirte a él y —es interrumpida por unos fuertes toques acompañados de gritos en la habitación que está frente a mi habitación personal, la de Valentina.
--¡Valentina! —grita enojado—. ¡¿Qué estabas besándote con otro?! ¡¿Querías que sintiera lo que sentías mientras yo era un idiota?! ¡Lo lograste!, ¡Ahora sal y dame la cara! —hace una pequeña pausa— ¡Y si también me puedes dar tu boca, no me quejo! —agrega.
--Dios mío —pongo los ojos en blanco—. Jake no se va a cansar hasta verte de nuevo.
--Creo que voy a tener que dormir aquí, lo más probable es que duerma aquí, y quizás se pase toda la noche tocando mi puerta —exclama con un tono cansado.
--Va a dormir aquí —hace un sonido de aprobación—. Y también Wesley —emite otro sonido de aprobación—. Entonces... ¿También Rocío va a dormir aquí? —pregunto un poco alterada, mientras me siento.
--Eso... No lo sé —se encoje de hombros.
--Espera —abro los ojos exageradamente, mientras empiezo a unir las piezas del rompecabezas—. Si Jake está aquí golpeando tu puerta —la pelinegra asiente ante mis palabras—. Y Ethan no, entonces significa que puede que Rocío y Ethan estén más allá abajo, en la oficina de Ethan, solos —mi amiga asiente con una sonrisa a medias.
--Pero es solo una probabilidad, eh. Tienes que confiar en Ethan —trata de acostarme nuevamente en la cama, pero me levanto por completo—. No confío en mi menstruación, y voy a confiar en hombres —suelto una risa sin gracia.
Empiezo a caminar hacia la puerta, ignorando las peticiones de que me quede, de mi mejor amiga. Quito el seguro, y abro la puerta a medias para que Jake no vea a Valentina. Y despues de salir, cierro la puerta rápidamente—. Está durmiendo, idiota, y aunque se despierte, no creo que salga a verte —es lo único que digo antes de bajar las escaleras rápidamente y caminar hacia la oficina de Ethan.
Abro la puerta para encontrarme con unas tetas traviesas muy cerca de la cara del que se supone, es mi novio.
--Pero por favor, quítate la ropa, y métele un pezón en la boca —le pido enojada—. Vamos, a confianza —exclamo de manera sarcástica, mientras me acerco rápidamente a ellos.
--Isabel, yo —se pone la mano en la cara, como si estuviera cansado.
¡Por favor!, yo soy la indignada aquí.
--Solo estábamos trabajando —trata de explicarme la descarada que tengo en frente.
--Sí, claro... Trabajar un orgasmo, ¡Qué buen trabajo! ¿No crees? —pregunto de manera irónica.
--Por favor, Isabel, no te pongas celosa por —lo interrumpo con un grito enojado.
--¡No estoy celosa! —aclaro—. ¡Estoy enojada, porque me debes un respeto que no me estás dando!.
--¿Y tú si? —me pregunta con una mirada fría.
Le dedico una sonrisa—. No importa, Ethan —escupo—. Puedes hacer lo que quieres, no los interrumpo más —es lo último que digo antes de irme de ahí, y correr hacia mi habitación.
--¿Y ahora? —pregunta Jake cuando paso por su lado.
--¡Y ya cállate y ríndete! —le grito cuando cierro la puerta de un aventón.
--¿Qué pasó? —me pregunta Valentina una vez entro a la habitación.
--¿Qué va a pasar? —pregunto de manera irónica, a lo que mi mejor amiga responde con una mueca de "Lo siento"—. Mañana voy a enviar más hojas de vidas a diferentes editoriales y también bibliotecas, a cualquier lugar donde pueda desempeñarme, y nos iremos de aquí juntas, nos vamos a ir a vivir a mi casa.
--Pero yo no tengo trabajo —exclama cabizbaja.
--No importa, Valentina, nos iremos de aquí —le aseguro.
ℕ𝕠𝕥𝕒 𝕕𝕖 𝕒𝕦𝕥𝕠𝕣𝕒: Hola, sé que tardé mucho en volver. Ni siquiera me había dado cuenta de que ya vamos paras las 2,000 lecturas, pero, volví y estaré publicando capítulos diarios.
Gracias por la paciencia y por esperar.🖤
Los amoooooo...
Besos, plantitas y cafés,
Eli. ☕️
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Embarazada de un mafioso ©
Romance--Los bebés merecen morir, ¿Para qué quieres tener a alguien dependiendo de ti siempre... llorando, gritando, haciendo caprichos...? -pregunta como si le estuviese hablando de una locura-. No vamos a tener hijos --sentencia con firmeza. --¿Y qué si...