Una noche apasionada

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Una noche apasionada

--Creo que se quiere acostar conmigo --exclamo con nerviosismo mientras doy vueltas por el lujoso baño del bar.

--¿Crees? --preguntó mi mejor amiga soltando una risa.

Suelto un pequeño grito de frustración. ¿Qué hago? --ella me sostiene de los hombros y respira profundo para que la imite.

--Supongo que si tu prometido te engañó con tu mamá, tienes mucho tiempo sin tener sexo, estás pasando por una situación difícil, necesitas desestresarte... liberar endorfinas, necesitas sexo --se encoge de hombros, y regresa al espejo para empezar a retocar su labial.

--No lo sé... Siempre te dije mi opinión acerca de tu novio, y que... me enrede con su mejor amigo... quizás los dos en el mismo camino... es muy peligroso y --me interrumpe.

--Solo es sexo, no es como si sus vidas se van a unir para siempre --me dedica una mirada de "¿Es en serio?".

Suelto un suspiro—. ¿No tienes ganas? --me pregunta con una sonrisa coqueta.

Río a medias por su expresión—. Nunca haría esto, solo para vengarme de él, no vale la pena --frunzo mi entrecejo.

--No tienes que hacerlo para vengarte de él --pone los ojos en blanco--. Y no fue eso lo que te pregunté, ¿Tienes ganas? --me pregunta con aquella cara coqueta.

Suspiro.

***

Su respiración acaricia levemente mi cabello, mientras nuestros cuerpos son acariciados por el sudor del perfume del otro.

Bailamos a un ritmo lento, pero nuestros roces son cada vez más peligrosos.

Yo dejo caer mi cabeza en su pecho, mientras acaricio su rostro, y de vez en cuando, su nuca.

Sus manos están en mi cintura, de vez en cuando, bajan y suben un poco, pero no pasan de la cintura, a pesar de que mi trasero siempre está chocando ligeramente con sus muslos, porque... sí que es bastante alto, a pesar de que tengo tacones.

Que no me toque de manera inapropiada, me parece demasiado interesante, son cosas que no sueles sentir con un hombre que conoces en un bar.

Cosa que de alguna manera, me confunde; porque no me deja muy en claro, cuáles son realmente sus intenciones con mi persona.

Lo primero que pensé antes de salir del baño fue: Bueno... ya estoy lista para que me toque el trasero, me lleve al baño, y se dé un orgasmo conmigo.

Pero es todo lo contrario, salí del baño, y después de unos minutos de plática, me invitó a bailar, y a pesar de los pegados que estamos, no me ha tocado nada que no sea la cintura.

Me volteo, sus ojos negros conectando rápidamente con los míos. Una sonrisa coqueta y sexy, esbozándose ligeramente en su rostro.

Y no puedo evitar preguntar directamente:—. ¿Qué quieres? ¿Por qué te comportas de esta manera? ¿Acaso quieres más de una noche? ¿O tratas de engañarme?, si es así, déjame decirte que soy adulta, me fueron infiel, pero eso no significa que sea tonta, y —no sé qué más decir, la manera en la que me mira hace que los nervios se declaren a flor de piel en mí, sacando las palabras de mi boca y llevándoselas muy lejos, donde no puedo mencionarlas.

—Bien... Sé que sabes lo que pasará, pero... —acomoda mi cabello, y acerca su boca a mi oído—. No sabes quién soy —susurra de manera lenta en mi oído.

Embarazada de un mafioso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora