--Los bebés merecen morir, ¿Para qué quieres tener a alguien dependiendo de ti siempre... llorando, gritando, haciendo caprichos...? -pregunta como si le estuviese hablando de una locura-. No vamos a tener hijos --sentencia con firmeza.
--¿Y qué si...
Dedicado a todos los lectores maravillosos que han llegado hasta aquí y que me han apoyado y motivado en el transcurso de esta novela que significa para mí, un salto a otro nivel como escritora 🌝
Aviso que a partir de este capítulo terminaba el primer libro. Ahora pasará mucho tiempo y todo empezará a desenvolverse, solo espero que lo disfruten mucho y que me disculpen por no haber actualizado por tanto tiempo. 💗
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Capítulo treinta y uno.
Isabel Harrison.
<<Me besaba de manera apasionada y bestial como si el mundo se estuviese acabando y lo último que quiere hacer es hacer el amor conmigo.
Me lleva hacia la cama, sin romper el beso ni siquiera por un segundo, y después de estar acostada debajo de él, empieza a quitar mi vestido lentamente.
Detengo sus manos rápidamente, provocando que su mirada se posara en mí--. ¿Qué?.
—Yo... No puedo tener relaciones —ante mis palabras, solo suelta una risa.
--Había escuchado muchas excusas, pero nunca una tan original--exclama con un tono sarcástico antes de continuar besando mi cuello.
--Es en serio, Ethan, después de que me caí cuando salí huyendo de la fiesta, los doctores dijeron que mi embarazo es de alto riesgo, hay cosas que podrían poner en peligro la vida del bebé, incluso la mía y--me interrumpe, separándose de mí con una cara de molestia.
--Por favor, Isabel, no es importante, no pasará nada--trata de quitar mi vestido por completo, pero vuelvo a detener sus manos.
--¿No es importante?--recalco su frase con decepción.
¿En serio cómo puede creer que no sería importante el hecho de arriesgarnos a que le pasara algo al bebé?.
--¿Sabes todo el tiempo que tuve que quedarme acostada, tomando vitaminas y medicamentos para que el bebé esté bien y pueda caminar sin perderlo?¿Cómo se te ocurre que ahora simplemente me acostaré contigo sin pensar en él?--se queda callado por algunos segundos.
Su mirada furiosa encima de mí. Se acerca lentamente a mi cara, tomando mi cuello entre sus manos, y de manera agresiva, aprieta sus manos, mientras muerde mis labios.
Rápidamente lo alejo de mí. No puedo evitar sentir mareos al levantarme bruscamente de la cama, pero aún así, veo de manera borrosa como él me observa mareada, sin hacer nada por ayudarme, simplemente me observa.
