19. Escape

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Después de su gran noche, todo el día la pasaron en la suite de Scarlett, terminaron el desayuno y se acurrucaron en cama mientras veían televisión, era un día precioso y tranquilo, les gustaba estar juntas ignorando las películas o lo que sea mientras se besaban o se ponían encima de la otra entre palabras bonitas.

Se puso encima de Scarlett besando sus labios mientras la tenía tomada de la cintura, sus piernas se entrelazaban mientras sonreían.

– Esta noche llega Liana... – Dijo en un adorable puchero

– Sí, mi sol – Suspiró besando sus labios con suavidad – Mañana por la mañana apareceré cómo todas las mañanas

– Sabes que no tienes porqué... – Se encogió de hombros evitando su mirada

– No, pero quiero hacerlo, así aprovecho para darte mi beso diario – Sonrió encima de sus labios

– Okay... – Alzó los ojos hacia ella – Hoy quiero estar contigo a solas, en la habitación, solo las dos... sin que nos importe el exterior

– De acuerdo – Sonrió juntando su frente a la de ella y volviendo a besarla

No sé realmente cómo abordar lo que pasó desde aquí, estuvimos todo el día en mi habitación, nos duchamos para recibir a Liana, fuimos a cenar, todo era normal y tranquilo, miradas furtivas, besos a espaldas de la pequeña... llegamos a su habitación, las dejé y me fui a la mía.

A la mañana siguiente llegué a visitar a Lizzie y Liana, pero encontré la habitación vacía, no sé explicar lo que sentí en ese momento porque no era tristeza o enojo, si no me sentía confusa, como si nada de lo que hubiera pasado fuera real, tenía un hueco gigante en el estómago, corrí a recepción como si pudiera alcanzarla o saber algo de ella, claro que era inútil, vi mi celular y no me había dejado ningún mensaje o llamada, entonces supe que era real el desaparecer y yo no enterarme, después de tanto y todo...

Una noche antes nos sentíamos como si hubiéramos robado un banco de la manera más exitosa, ella aguardaba por mí en el auto de escape hacia nuestro lecho en el que disfrutamos nuestro botín entre caricias y besos, al día siguiente me dejó sola, ella se fue en ese mismo auto escapando de mí, de todo lo que habíamos pasado, decidió rechazar mis sentimientos de esa manera, aunque no podía quejarme, ella fue clara desde el inicio, me dijo lo que iba a hacer, podría tejer todas las ilusiones que tenía sobre nosotras, pero simplemente ya estaba hecho y no podía intervenir.

Ese día me la pasé en mi habitación sentada pensando sobre todo y a la vez en nada, no sabía qué rumbo tomar, no sabía si debía buscar a Elizabeth demostrándole que en serio estaba dispuesta a algo con ella, simplemente no lo sabía, por la noche fui a reclamar la mesa que me habían prometido junto a Elizabeth, la host me reconoció del día anterior, seguro me veía realmente mal, pues no preguntó por mi cita de anoche, sólo me dejó pasar y ordenar todo lo que quería a cuenta de la casa... Lizzie resultó ser una mejor criminal que yo, ella dio la vuelta y se fue después de tomar todo, mientras que yo no hacía más que recorrer nuestros pasos juntas.

Hey... debería escribir un libro sobre esto.

...

Elizabeth cerró su puerta después de despedirse de Scarlett, no sabía de dónde había sacado la fuerza para no deshacerse en llanto y despedidas, sobretodo haber prometido un día a su lado para después no cumplirlo, Scarlett era mucho para ella, alejarse sólo la hará darse cuenta de que merece a alguien mil veces mejor, que debería volver con su esposa.

Tomó aire no queriendo que las lágrimas la venzan después de haber resistido días enteros el no decirle a Scarlett que su mágico verano en París terminaría más rápido de lo que pensaba.

Trouvaille | ScarzzieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora