Trouvaille | Scarzzie

9. Insistí tanto que resultó

Recibió esa llamada tan esperada, Elizabeth se encontraba en un restaurante del hotel, revisó el nombre del lugar y su atuendo, quería lucir bonita para ella, había elegido un conjunto blanco que dejaba su abdomen al aire, la buscó al llegar al restaurante y sonrió al verla en una mesa, tomó aire acercándose a ella.

– Hola – Dijo acercándose a la silla en la que se encontraba, le dirigió la mirada y sonrió al instante – ¿Vienes de la playa? – Preguntó por la manera que estaba vestida

– De la piscina, mi hermano tiene una en casa y Liana quiso meterse a nadar un poco después de desayunar – Sonrió notando lo bien que le quedaba su conjunto

Scarlett se inclinó hacia ella, la tomó del mentón y le dejó un beso en los labios – Te ves preciosa

– Gracias – Respondió nerviosa, no sabía que la besaría, pero decidió acercarse a su boca para dejarle otro beso, sonrió, se sentía que era como esa noche en el bar, la vio tomar lugar en frente suyo – Entonces... – Dijo a los segundos de silencio que la ponían incómoda, pues Scarlett estaba muy tranquila – ¿De qué querías hablar?

– ¿Podríamos comer y después hablar en un lugar más privado? – Apenas alzó la vista hacia ella

– Depende de cómo termine esta conversación podemos ir a un lugar más privado – Emitió intentando aparentar que no se puso nerviosa

– Eso me agrada – Sonrió ordenando lo que comería, Elizabeth hizo lo mismo

– Escucha... – Dijo mientras esperaban su orden – Yo no quiero una relación, no tengo tiempo para nada parecido, ni en casa ni aquí, Liana, mi hermanita es en lo único que debo y quiero enfocarme, así que lo único que te puedo ofrecer sería un rollo de verano, aunque ni siquiera podamos vernos seguido

– Lo tomo – Dijo sin darle mucha importancia

– Tengo una niña a mi cargo

– Adoro a los niños

– Muchas noches no nos podremos ver

– Podemos hablar por mensajes

– No te diré ni siquiera el día en el que me vaya...

– Aplazaré mi viaje mientras estés aquí

– Esto se termina cuando me vaya, después no me buscarás jamás ni yo a ti

– No sé, Lizzie – Sonrió confiada encogiéndose de hombros – Quizás después de estos meses pienses algo totalmente diferente

Sintió su cuerpo tensarse, respiró profundamente y apretó los labios – No comparto cosas de mi vida privada y será algo puramente físico

– No sé si estás intentando convencerme de no aceptar, porque si es así, no lo estás logrando – Contestó con simpleza tomando de su vaso de agua, llegó el mesero con su comida, ambas agradecieron

– Scar... – Decidió ser seria y dejarse de excusas coquetas que parecían no servir – Tú no me quieres a tu lado, tal vez por un tiempo, pero no para siempre o para conocerme

– Lo poco que conozco de ti tanto en lo personal y en lo físico, me encanta – Afirmó empezando a comer

No evitó sonreír tontamente, aunque ella era su escritora favorita de libros de romance, obviamente que cada cosa que diga le encantaría.

Después de hablar un poco más al respecto fuimos a mi habitación para poder estar a solas, me advirtió que no haríamos nada más que besarnos, le creí hasta que empezó a quitarme la ropa y del sillón pasamos a la cama, toda la tarde nos dedicamos a desordenarla, me sentía adicta a ella, no podía parar de tenerla entre mis brazos, adoraba la sensación de su compañía...