Trouvaille | Scarzzie

5. ¿Qué hice?

– Y para terminar con la entrevista, señorita Johansson ¿Tiene alguna adicción?

Scarlett rio ligeramente – A veces trabajo demasiado...

– Eso es demasiado interesante... – Asintió escribiendo

– Tú me dijiste que no solían preguntarme, no se me ocurrió nada más que decirte... – Se defendió

– Igual esta entrevista ya se terminó – Se encogió de hombros viéndola a los ojos – Muchas gracias por darme de tu tiempo

– A ti por venir – Sonrió

– Scarlett...

– ¿Sí?

– Me preguntabas si... bueno, si no quieres está bien, pero yo quería saber si... – La mirada divertida que le dirigía sólo la ponía más nerviosa – ¿Podría tomarme una foto contigo?

– ¿Me abrazaste como por una hora y te avergüenza pedirme una foto? – Sonrió al ver sus mejillas más rojas aún – Vamos al sofá – Indicó levantándose de su silla y estirando la mano hacia ella, Elizabeth la siguió

Su mano era tan fina y suave, sentía que se entrelazaba perfectamente bien con la mía, acaricié su dorso con cuidado mientras íbamos al sofá de mi oficina...

– Okay... – Sacó el celular de su bolso y puso la cámara en modo selfie – ¿Lista?

– Sí – Rodeó su brazo en los hombros de Elizabeth y se acercó a ella viendo a la cámara

Nos tomamos unas cuantas, pero mi favorita sin duda alguna es en la que mi esposa volteó y sólo nos quedamos viendo a los ojos, esa foto es preciosa...

...

Salió del auto para abrirle la puerta de copiloto, le ofreció la mano a Elizabeth para bajar, ella la tomó con una sonrisa.

– Espero que su visita a Nueva York haya sido ciertamente grata, señorita Olsen...

– Tuve una gran guía así que sí... – Rio levemente soltando la mano de Scarlett para entrar a su hotel, era prácticamente de madrugada, entraron al vacío lobby, saludaron a la recepcionista y se dirigieron a los ascensores

– ¿Recomendará mis servicios? – Continuó con la broma

– Soy algo egoísta en ese aspecto – Rio levemente presionando el botón del ascensor

– Gracias por haber querido pasear conmigo, Elizabeth, en serio lo aprecio – Sonrió con ligereza

– A ti por ofrecerte a llevarme un tu auto, no creo que haya mejor manera de conocer Nueva York que con alguien que nació aquí

– A veces se me olvida que sabes casi todo de mí...

– Sé cosas simples, no sé dónde vives o de tus amistades ni familia... – Agachó la mirada, las puertas del ascensor se abrieron – Bueno, adiós – Sonrió ligeramente cruzando las puertas

Scarlett vio como el ascensor empezaba a cerrarse, interpuso una mano y entró – Te acompaño

– No tienes porque... – Emitió nerviosa dando un paso hacia atrás

– Ya estoy aquí – Se encogió de hombros – ¿Y algún día yo lo sabré?

– ¿Saber qué? – La vio con confusión

– Todo de ti – Respondió dando un paso hacia ella

Elizabeth tenía la pared en su espalda, quería poder hundirse en ella, se sentía demasiado nerviosa de tener a Scarlett tan de cerca – ¿Por qué querrías? – Quería restarle importancia a todas sus interacciones con ella, Scarlett sólo era amable, no debía confundirse