37. Fuegos artificiales

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Abrió los ojos y sonrió viendo a su novia, se acercó a besar su mejilla y su cuello para despertarla.

– Lizzie... ya es de día... – Susurró acariciando su cabello

– Mmmmm... – Se quejó – No quiero... – Se abrazó más a Scarlett para acurrucarse

– Lizzie – Rio con suavidad – Por favor... ya debemos despertar e ir por Liana – Habló encima de su mejilla

– Mmmmm... – Volvió a quejarse tapando sus ojos, al abrirlos sonrió al ver a su novia – Buenos días

– Buenos días – Sonrió tomando una de sus manos, se acercó a sus labios con una sonrisa

– ¿Qué haces? – Se hizo hacia un lado – Aún no nos damos nuestro primer beso oficial

– ¿Qué? – Frunció el ceño extrañada

– Eso... – Se sentó viéndola a los ojos

– Mi sol, pero ayer...

– No – Le dejó un toque en la nariz – Nuestro primer beso debe ser perfecto y muy romántico, así que por favor, Scarlett, vamos a desayunar – Besó la comisura de sus labios – Te amo

– Te amo... – Suspiró viendo a Elizabeth salir de la cama con una sonrisa

Les digo que mi Lizzie es una romántica, nuestra discusión eterna será que nuestro primer beso no fue en el baño, ya después me enteré por qué actuaba como si no hubiera sucedido, igualmente estaba dispuesta a seguirle el juego y tener el beso más perfecto del mundo, sólo para ella... el beso que ella le cuenta a todos cómo fue exactamente.

...

Liana no sólo amaba ir a la playa si no que adoraba la casa de Scarlett, cuando las olas empezaron a crecer un poco, se metieron a la piscina que estaba en la casa, Liana no paraba de saltar al agua para que Elizabeth o Scarlett la atrapen entre sus brazos.

– ¿Qué tanto se secretean ustedes dos? – Cuestionó Elizabeth que volvía a la piscina

– Nada – Se apresuró a contestar Scarlett

– Okay... – Asintió desconfiada sentándose a la orilla de la piscina

Elizabeth sintió un chorro de agua en su rostro, intentó cubrirse mientras escuchaba las risas de Scarlett y Liana.

– ¡Ahora van a ver! – Exclamó Elizabeth saltando a la piscina

– ¡Vámonos, Scarlett! ¡Vámonos! – Exclamó Liana con la pistola de agua en la mano

Scarlett entre risas nadó lo más lejos que pudo de Elizabeth aunque fue complicado al tener que llevar a Liana con ella, finalmente su novia las alcanzó y a parte de regañarlas les hizo cosquillas a ambas y les salpicó el agua de la piscina.

– Yo les dije que no quería mojarme ni la cara ni el cabello – Elizabeth se quejó cruzada de brazos en un extremo de la piscina

– Fue una bromita, mi amor – La tomó de la cintura besando su mejilla – No te enojes, por favor

– Sí me enojo – Le volteó el rostro

– ¿Qué quieres que haga para que nos perdones?

– No, no, no... Liana no tiene nada que ver en esto – La observó chapotear de un lado al otro

– ¿Por qué a ella le das el perdón sin más? – La vio a los ojos

Trouvaille | ScarzzieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora