Trouvaille | Scarzzie

47. Vuelta a clases

Alzó la vista al escuchar la puerta, Elizabeth entraba a casa de dejar a Liana en la escuela, Scarlett debía terminar unas cosas por lo que no pudo acompañar a la pequeña, pero le prometió que iría a recogerla, así que prefirió quedarse en casa para no ocuparse con que alguien la vaya a buscar a su oficina.

– Hola, mi sol – Sonrió Scarlett dejando su laptop a un lado, sonrió al sentir a su esposa sentarse en sus piernas, llevaban medio año casadas y cada minuto había sido perfecto

– Hola – Se abrazó a ella escondiendo el rostro en su cuello

– ¿Qué sucede? – Susurró besando su cabeza acariciando su cintura

– Liana crece muy rápido, al dejarla en la escuela se dio cuenta de mis agujetas desatadas y me las ató, me dijo que me cuide, que me porte bien; y entró... – Dijo con voz triste

– Los niños crecen amor – Rio con suavidad – Liana ya tiene nueve años, ya no es una niña chiquita

– Voy a extrañar que sea más pequeña... está a nada de terminar la primaria

– En dos años – Rio con suavidad viendo los ojos de su esposa – Amor, es lo normal, y jamás vamos a dejar de amarla

– Sí, lo sé, pero no es creíble para mí que esté creciendo tan rápido

– Para mí tampoco – Suspiró besando su mejilla – Pero es una muy linda niña y se preocupa por ambas

– Lo hace – La vio a los ojos

– ¿Te imaginas a Liana jugando con nuestros bebés? – Dijo lo primero que pensó

– Serían todos muy adorables con tus ojos, tu nariz, tus mejillas... – Sonrió emocionada – Y Liana definitivamente querría cuidar de ellos, llevarlos a pasear, darles su leche, su comida... enseñarles a caminar, ella sería una genial hermana mayor

– Aprendió de la mejor – Sonrió besando a su esposa – Lizzie... sé que es muy pronto y que jamás hablamos de esto de manera seria ni de ninguna manera, pero quiero saber tu opinión sincera sobre tener bebés

– ¿Tú quieres?

– Me gustaría, no lo siento como un paso a seguir, tampoco como una necesidad, es sólo un deseo, una personita que podríamos traer al mundo para formar, para amar...

Elizabeth agachó la mirada jugando con el dije de su collar de manera nerviosa – Amor... – Mordió su labio inferior viéndola a los ojos – Claro que me gustaría tener un bebé contigo, pero me da miedo hacerlo mal, me da miedo equivocarme o que tal vez Liana sienta que la dejamos de lado, sé que ahora es un poco más grande, pero no quisiera que yo priorice a alguien más que a Liana

– Ninguno va a ser más relevante, mi sol – La tomó de las mejillas – Si tenemos un bebé obviamente requerirá más cuidados, pero Liana no será desplazada ni mucho menos, ella también es mi niña y jamás en la vida haría algo para herirla porque al estar casada contigo también acepto a Liana como nuestra pequeña y respeto tus inseguridades, no quiero presionarte a nada, sólo que nunca hablamos de esto y estamos casadas

– Tendremos bebés – Afirmó viéndola a los ojos – Pero esperemos a que Liana sea un poquito más independiente ¿De acuerdo?

– Claro que sí – Acarició su cintura – Todo lo que tu digas

– Voy a leer mucho e informarme para que esto salga bien, porque no sólo quiero que tengamos bebés si no saber qué hacer con ellos cuando nazcan, quiero estar lista