Yo sé, que tal vez en las nubes del firmamento pernocten los sueños
y en los sueños aromas de salida, sean el saludo del día,
y aunque no sea cierto, compartimos el mismo aliciente que rodea
vuestras gargantas...
Yo sé que tal vez mañana vea la bóveda celeste despierta
y el crepúsculo madrugador sentados entre las luces del
brillo resplandor, alterando mis fanales echos de algodón...
Somos fuertes pero a la vez sensibles
somos furiosos pero a la vez apacibles
cadenas unidas del tiempo, un océano
completo hacia el firmamento...
Quisiera descifrar vuestro tiempo entre de las gotas de esta lluvia
e imaginar que el viento brota sobre vuestro rostro cada vez que piensas
que el cielo está muy lejos y yo muy lejos de...
Somos el tiempo detenido, entre las ventanas del ayer,
somos el silencio dando ecos de voces navegantes...
El tiempo ha pasado y las hojas caen sobre la pradera,
sea de mañana o sea de tarde es su cíclica manera
de ver las páginas del extenso libro de colores
extendiendo el arco iris maravilloso y generando dolores
al pintor y al poeta para imaginarse el mundo,
pero hoy es temprano para asomar la cabeza
y dejar caer la garúa sobre la mesa, como el viento,
que aunque pese, deje menguar el verano nublado y febril,
recordando primaveras, meses de abril.
Vosotros sois inentendible y yo indescifrable
somos composiciones alteradas, ecuaciones reales
con soluciones complejas, somos raíces negativas
en un espacio imaginario...