Parte 42: Cordura

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Puede ser que mengue el verso más no la prosa, como la rosa que evita marchitarse y el sol que intenta alejarse. Volaremos al infinito a marchitar el corazón contrito para llamar con sigilo al que desapareció sobre el destino....

A veces pierdo la cordura cuando me abriga la locura, la fantasía de ser normal, reír y divisar las escenas inertes del rincón de mi soledad; he visto volar a las golondrinas sobre vuestra casa y se han llevado tus historias, tus memorias, tu frágil corazón que se destrona en la mesa de los recuerdos...

Buenos días lejanía, tan cerca como fantasía, te veo sobre mi almohada cuando respiro, volteo la cabeza y mueres cuando te tengo lejos, yaces tranquila esperando te siga, no esperes que diga: ¡Mañana voy a ser feliz, hoy sólo pienso!

Puede ser que mengue el sol sobre junio, y despierte julio nublado, no voy a creer en las estaciones sino en los corazones que se desvelan por navegar entre las pupilas de mi otoño...

Ven, sientate en la vereda y camina en las memorias de mis recuerdos. Ven, toma un vaso con agua y quedate sediento de paz. Ven, hunde el temor del momento y librate de la tristeza...

Tres luces en el cielo, tres faroles en el desierto, tres olas en el océano, tres.

Toma tu reposo cuando puedas y ordena tus tiempos. Cierra la voz al barullo de las aves sin plumas...

Memorias futurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora