Cayeron tendidas las paginas del libro, sobre la mesa de vuestra casa, el sueño te abatió como la espada que penetra los tuétanos de mi ser; pero quedan plasmadas las frases de vuestro desmedro para conmigo y exasperación para contigo...
Ayer eres fantasía, hoy eres el recóndito paisaje que no se deja ver, que se oculta entre las rocas del peñasco y donde mis excursiones no van por falta de voz, una voz que muere en el silencio...
Si me dijeran que tus fanales ojos marrones, contemplan mi tácita respuesta, yo subiría hasta el infinito para pedir permiso y regresaría con millones de estrellas para alumbrar tu camino, ese camino herido por tanto dolor, como el mio que sin esplendor, se cierra como el cofre que se pierde en el mar...
Navega el bote sobre el mar, ese mar que nace desde la distancia y desde la calle todos miran, miran la silueta que se pierde en el ocaso de la tarde, mi bote se pierde señores, mi bote se pierde...
Y vosotros donde estáis, donde aparca vuestro corazón herido, por las palabras de don, ese que de tan solo pensarlo se te parte el alma y prefieres cambiar de tema, y vosotros donde estáis, princesa de colores, no mueras en el firmamento de la desdicha, la sonrisa te cae bien...
Que te puedo decir, princesa de colores, soy un niño que te dibuja con plastilinas, estas allí, y la pizarra me conversa, algo que no entiendo, algo que es:
"Si las olas mueren en la costa, entonces por que aún regresan, navegando océanos para volver a su lugar"
Yace perdido en mis escritos, una clásica pieza en "la mayor" que se compacta en las disonancias verbales que mi verbo coral expira cuando entro en la encierro de mis reflexiones...
Vaya salida tienes, convertirme en una novela anónima, una lectura de novatos, es increíble verte fallecer en prosas, mientras las calles piden versos...
No soy la brisa de tus cabellos, ni la risa para tus labios, oh facciones de algodón, dejadme caer en la nube de mi sueño e irme ante tu desmedro para conmigo...
Cae la noche sobre la ciudad, como octubre sobre mi regazo, para contraerlo entre el murmullo solista de mis cuerdas vocales, he ensayado para verte así, bueno, hasta ahora la almohada es perfecta y por ratos me canso y me duermo...
Hay un acorde en ti, y aunque no entiendas, su armonía es conmigo, hay un acorde en ti, que no respira para pasar de compás...
Ella se viste de dureza, es simple en sus palabras, pero compleja en sus detalles, hay corazones tan apagados... yacen en el diario de sus maletas...
Me asomaré aunque tal vez me caiga un golpe en las entrañas, sonreiré aunque me miren con mala cara, tocaré la puerta de tu ventana, aunque me caiga sobre la verdad de tu desprecio...
Simplemente hay tantas situaciones complejas en vuestras vidas que tan solo leer cada verso es un mundo, disfrútalo lector.