Tal vez hoy
Galerna de la noche, que cantas sobre la ciudad, que visitas mi casa frente a lo acústico de tu sonido, la gente se oculta como es debido, mirando en las ventanas como callas en el tiempo, como hidratas lo seco de la calle, dejando en cada detalle, el dibujo de la sonrisa mohína de sus habitantes.
Pareciera que hoy Lima se va inundar de poesía, como ríos de metáforas caen en la antítesis del suelo, haciendo ver en lo alto la anadiplosis de las nubes, las calles son anástrofes en su posición, definitivamente Lima es un alberca de poesías.
Oh!, mañana inmensa, que visitas los puntos cardinales de mi infancia, que conjugas mi estancia.
Tal vez, hoy...
Mi principio en la inmensidad del mar, un sueño de luces, que se adornan de colores y dulces, como la lluvia del verano que cae cuando levanto la mano, avizorando la garúa de la tarde y la brisa constante de otoños perpetuos; hoy Lima es una caja de sorpresas, de alegrías y tristezas.
Se atenúa la tribulación del rostro y veo el atardecer del sol sobre la gente, es el verano que alegran sus frentes, parpadeando sobre el abrigo ante el calor, sobre el aire ante el frío.
Mi final en el último océano, donde se esconden los rostros y dejamos ir para vivir, suena bien un do mayor entre sus disonates, como el afecto que reposa en mis constantes.
Tal vez hoy...