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Taehyung abrió los ojos poco a poco, lo primero que vio fueron las paredes azuladas de su habitación.

Se sentó suavemente estirándose, dejando salir un gran bostezo.

De repente comenzó a observar a los lados demasiado confundido, ¿Cómo carajos había llegado ahí?, se suponía que se había quedado en el sofá, entonces ¿Cómo…?

Aún tenia puesta la ropa del día anterior, solamente se colocó las pantuflas, salió de su habitación y apenas llegó a las escaleras, noto un aroma muy delicioso.

Pero recordó que vivía solo, así que poniéndose en guardia, bajo sigilosamente dispuesto a enfrentar a quien fuera que haya tenido el atrevimiento de meterse a su casa.

Tomo una sombrilla y al casi llegar a la cocina, alzó muy alto el objeto, paro en seco al darse cuenta de quién se trataba.

— Oh Jungkook… ¿Cuando fue que…?

— ¿No lo recuerdas? Ayer vine.

— ¿Y te quedaste o…?

— Me quedé dormido, me iré en un momento solamente quería hacerte el almuerzo, así que si me permites, quedate detrás de la barra, no quiero un accidente tan temprano.

El Alfa hizo caso, se colocó detrás de la barra observando al pelinegro andando de un lado a otro, moviendo las manos con agilidad y destreza.

Después de poco el almuerzo estuvo listo, Jungkook sirvió dos porciones, una para Taehyung y otra para él.

Se sentó frente al chico, quien observaba maravillado el platillo frente a él, realmente tenía una buena presentación y un aroma exquisito.

Sus ojos brillaron de asombro en cuanto dio el primer bocado, su sabor era inigualable.

Siguió comiendo, hasta que se dio cuenta que Jungkook no había tocado casi su plato.

— ¿Pasa algo?

El Alfa le hizo una seña de que esperará, Jungkook tenía los ojos cerrados, olisqueaba el platillo, poniendo rápidamente la mano hecha puño sobre su boca, aguantando una arcada.

Nuevamente olisqueó, esperando que su asco disminuya, pero al contrario lo sintió más fuerte.

Rendido echo la cabeza hacia atrás, frotando su rostro con frustración.

— ¿Porque no puedo hacerlo? Pensé que ya había terminado.

— Lo siento Jungkook, si no puedes comer, si quiera deberías de tomarte el batido de fresa.

— No, yo puedo.

El Alfa era tan terco que no se dejó vencer por sus síntomas, tomaba un bocado pequeño, luego se giraba y respiraba hondo, disipando las nauseas, así continuo hasta que terminó.

Por último, se bebió rápidamente el batido de fresa, que a pesar de que el azúcar normalmente le resultaba empalagoso, está vez le sentaba bien.

— Listo, ¿Ves? Te dije que yo podía — declaro orgulloso.

— Si claro, pero tardaste más de treinta minutos en terminar.

— Lo importante es que termine.

Jungkook limpio y lavo los trastes usados, luego seco sus manos y se dirigió a la sala de estar, sentándose junto a Taehyung.

— ¿Cuando es la siguiente cita?

— Ya casi, es dentro de dos semanas ¿Por?

— Bien — asintió —. Haré espacio para ese entonces, también quiero ir contigo.

— N-no es necesario.

— Voy a ir — sentencio —. De cualquier manera, también es mi cachorro.

Taehyung rodó los ojos, suspirando cansado —. Cómo quieras.

El Alfa de cabello castaño estaba viendo un programa muy entretenido, tanto que no se dio cuenta cuando Jungkook lo abrazo, recargando la cabeza sobre su hombro y la palma de su mano sobre su vientre, reaccionó cuando escucho ronquidos muy cerca de su oreja.

— ¿Jungkook? — dejo suaves palmadas sobre su hombro, pero no hizo ni un solo movimiento, indicando que está a profundamente dormido.

La mano del Alfa se paseaba suavemente sobre su vientre, provocándole un suave sonrojo al chico.

— Mi bebé… aquí… está… mi… — balbuceo aún dormido.

Taehyung suspiró derrotado, no le quedaba de otra más que esperar a que el Alfa por si solo despierte, por lo que se dedicó a disfrutar su programa, o intento, ya que las caricias sobre su vientre lo distraían.

The alpha wants a baby!                                                *Kooktae*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora