The alpha wants a baby! *Kooktae*

*23*

No podía, en serio ya no podía.

Desde hace unos días, sentía una ferviente necesidad de estar cerca del Alfa de cabello castaño, tanto así, que mientras se encontraban separados, comenzaba a experimentar ansiedad.

Su maldito lobo lo hacía sentirse mal, todo por su estupido capricho de querer estar cerca del Alfa.

¿Que tenía de especial? Tenía a su cachorro, eso lo sabía bien pero, más alla de eso, ¿que podría tener? Nada.

Suspiró, no tenía otra opción, tenía que solucionar esto por su propio bien. Sabía que el Omega no podía salir sin el Alfa, así que suponía que hoy en su cita, él estaría presente.

Sonrió, era el momento perfecto, no debía perder tiempo y haría lo que sea, con tal de saciar esa enorme necesidad que sentía.

Tomo una ducha rápidamente, terminando en menos de quince minutos, no se entretuvo mucho en su atuendo y escogió algo de acuerdo a su estilo.

Miro el reloj de mano, faltaban treinta  minutos, solamente haría diez minutos desde su casa hasta el lugar de la cita, así que tenía tiempo de sobra aún, pero se sentía tan ansioso que no podía esperar más.

Se arregló un poco el cabello, luego se colocó un poco de perfume, solo un poco ya que consideraba su aroma natural muy atractivo, dio un último vistazo a su look, sonriendo y lanzando un guiño hacia si mismo.

Salió de la casa y subió a su auto, encendió el motor y comenzó a conducir pisando el acelerador a todo lo que daba, yendo a su destino.

En cuanto llego, ahora un poco más calmado, se dirigió a la entrada del lugar, un lujoso restaurant club.

En recepción dio su nombre y la amable chica lo llevo a su mesa reservada, insinuandose un poco a pesar de ser una beta.

Jungkook agradeció con expresión neutra, luego de sentarse saco su celular y escribió un mensaje para el Omega, dónde le daba aviso que ya se encontraba en el lugar.

No pasaron más de diez minutos cuando la recepcionista llegó con el Omega y su amigo, Jungkook tuvo que cubrir un poco su rostro ya que el ver qué de nuevo había sido arrastrado aquel Alfa le provocaba una sonrisa.

El Omega no tardó en sentarse a su lado, saludándolo animado, mientras el Alfa parecía incómodo de estar ahí de nuevo, mirando de reojo la mesa de al lado, tentado en apartarse de ellos dos.

— No te preocupes Taehyung — intervino tratando de eliminar sus intenciones —. No estés tan nervioso, me agrada que estés aquí.

— Lo siento, debería de ser un momento para ustedes dos.

— Puede ser pero, debo conocer también al amigo del chico de mi interés ¿O no? — dijo lo último mirando al Omega.

JiMin se sonrojo fuertemente, evitando su mirada.

Pronto llegó un mesero, los tres ordenaron diferentes platillos, en ese restaurant era tan bueno el servicio que en menos de veinte minutos su orden ya estaba siendo llevada.

El Alfa y el Omega se sumieron en una pequeña charla mientras degustaban sus platillos, mientras el Alfa miraba fijamente el mantel, picando la comida y probando pequeños bocados.

— Los siento, voy al baño, no me tardo — se disculpo el Omega.

— No te preocupes — sonrió.

El Omega se levantó y salió rápidamente, dejando a ambos Alfas en completo silencio.

— ¿Tienes asco? — pregunto luego de un pequeño rato.

— No, solamente no tengo tanta hambre.

— Debes comer bien, es importante en tu estado.

— Bien.

Jungkook se sentía un poco frustrado, el Alfa se comportaba cortante y así no podría decir lo que quería decirle.

— ¿Cómo te has sentido estos días? ¿Has dormido bien?

— Si, duermo mucho de hecho, últimamente.

— ¿No has tenido un solo mareo?

— No.

— ¿Ascos? ¿Antojos?

— No.

— ¿Te has sentido cansado?

— No.

— ¿Te duel…?

— ¿Porque me estás interrogando? — interrumpió —. Es un poco molesto.

— Bueno lo siento, solamente quería saber cómo te estaba yendo con el embarazo.

— ¿Y tú porque querrías saber eso?

— Pues es normal supongo, es mi cachorro después de todo.

— ¿Que…? — hizo una pequeña pausa —. ¿Acabas de decir “tu cachorro”?

— Si…

— ¿Porqué?

— Bueno… de hecho de eso quería hablarte… yo… quiero estar en su vida ahora.

Taehyung permaneció quieto, tratando de procesar la información.

— ¿Tu… quieres que?

— Tu me dijiste que podía formar parte de su vida cuando quisiera, pues desde ahora me quiero involucrar.

Se maldijo a si mismo, en ese momento se lo había dicho ya que sabía que Jungkook no se lo tomaría enserio y jamás lo haria, o eso creía… pero ahora repentinamente… ¿le estaba diciendo esto?

— Oh… eso… si que es una sorpresa, ¿Puedo saber porque tan de repente el interés?

— Pues… supongo que el estar pensando mucho que ese cachorro es mío… — soltó una risa nerviosa —. Me hace querer estar presente en todo momento, ser testigo de cada etapa, algo así — alzó los hombros, sin saber que más decir.

— Creo que es muy imprudente de tu parte que me digas algo así aqui, más cuando se supone estás saliendo con mi amigo.

— Por eso no te preocupes, no planeo relacionarme contigo, solamente mantenerme en contacto en todo lo que tenga que ver con el bebé, solamente.

El chico suspiró, no sabía que hacer, además, no podían discutir más, estaban en lugar rodeado de gente, dónde cualquier chismoso podía escuchar, y además, dónde JiMin podía llegar en cualquier momento y malinterpretar la situación.

Así que para parar la situación, acepto.

Hiriendo su orgullo, una enorme sonrisa traicionera se dibujo en su rostro, y el sentimiento de felicidad invadió todo su pecho, y por si fuera poco, el bastado de su lobo aullaba y daba vueltas a lo loco, completamente feliz.

— Pero no tan rápido, discutiremos las condiciones más tarde, ahora no pensemos más en el tema.

— Está bien, lo que tú digas.

Taehyung soltó una pequeña risa al percibir la felicidad en el aroma del otro, Jungkook hizo una mueca de confusión.

Poco tiempo después llegó JiMin.

— Lo siento, me tope con un amigo que no veía desde hace tiempo y me quedé charlando, ¿Me perdí de algo mientras no estaba?

— Oh no, de nada — se apresuró a explicar Taehyung —. De hecho ya me iba, tengo pendientes por hacer.

— Está bien, suerte Taehyung y en cuanto llegues por favor me avisas.

— Claro, te mando mensaje.

El Alfa se despidió, sin querer voltear atrás se apresuró a salir del lugar.

En Jungkook aquella sensación de paz y calma se fue desvaneciendo, comenzando a sentir pesadez en el pecho y un sentimiento de vacío.