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Solo bastaron 48 horas para que Liam hubiese contactado con un orfebre experimentado en joyería antigua, un gemólogo y un antropólogo todos provenientes de Londres, quienes estaban muy emocionados ante los nuevos descubrimientos.

Liam tomó en cuenta la opinión de su hermano Owen, su cuñada Lisa y su madre; quienes conforman la junta directiva de sus empresas, para tomar decisiones frente a los nuevos hallazgos.

Todos estuvieron de acuerdo con subastar la joya, el recaudo de este dinero se invertiría en la destilería. En cuanto a los manuscritos, primero querían conservarlos y estudiarlos internamente, antes de decidir que destino darles.

Liam se sentía muy feliz con los nuevos hallazgos, solo el collar sería subastado en más de 6 cifras, lo cual era una locura.

Lucrecia a su vez, también estaba muy contenta de haber podido ayudar de alguna manera y retribuir la hospitalidad que le estaban ofreciendo a ella y su equipo. Equipo que no pasaba por muy buen momento.

Oliver se estaba aburriendo demasiado y estaba pensando en abandonar el proyecto, pero Lucrecia le convenció de que era una buena oportunidad para su carrera y que el pago no era demeritorio, por lo tanto, le dio una semana de descanso, para que regresara a su casa.

Entre tanto Wallas estaba más amargado que de costumbre, insistiendo en que no le estaban dejando hacer su trabajo, ya que según él, debieron de haberle avisado de los nuevos hallazgos a él, antes que a cualquier otro. Lucrecia como siempre, ignoró las quejas de Wallas, pero Samantha le recordó que él se tomaba atribuciones extralimitadas.

- Lucy, ya te he dicho que no me gusta la actitud de ese Wallas – se quejó Samanta después de haber terminado la discusión con el susodicho

- No le pongas cuidado, solo es una persona muy previsiva

- ¡Previsiva! A mi me parece entrometido – espetó Sam – Atreverse a decirte que tienes que contarle a él tus hallazgos ¡Él no es el jefe de esta misión! Tú, sí.

- Si la verdad su actitud a veces me desconcierta un poco.

- Háblalo con los dinosaurios, digo, con lo jefes del museo

- ¡Sam!

- Ya, ya... corregí antes de tu regaño.

- Y hablando de jefes, escribiré mi informe de esta semana en el cual les hablaré del nuevo hallazgo y la manera en la que lo incluiré en la investigación.

Cada una siguió con su trabajo, mientras los días iban pasando. Lucrecia trabajaba en la investigación, mientras Samanta y Oliver en editar y armar el álbum de entrevistas en torno a la historia del Whisky.

Liam ya se había habituado a la presencia del equipo. Generalmente no se encontraban a menudo, sin embargo, él mismo trataba de propiciar encuentros, le gustaba charlar con las chicas.

El continuaba su trabajo dirigiendo la destiladora, pero con sus nuevos inquilinos de los cuales aprendía mucho, no solo de su propia historia familiar, sino de cada uno de ellos. Solo una cosa había llamado su atención y era el haber encontrado un día al jefe de seguridad Wallas en su despacho, cerca de su escritorio. Este se excusó argumentando que estaba buscando un libro para Lucrecia, y que en vista que no lo había encontrado se marchó con las manos vacías. Fue un encuentro extraño que le dejó un mal sabor, pero lo dejó estar.

***

Al igual que los antiguos escoses Liam era serio, taciturno y muy reservado, había heredado de su familia viejas costumbres, tales como jugar al Golf, comer Haggis, apreciar un buen Whisky, y levantarse temprano. Como en aquel momento. Todos los días se levantaba casi al salir el sol, vestía su traje deportivo y recorría varias millas al trote hacia uno de los lagos cercanos que se encontraba a varias millas de distancia de ida y regreso al hotel.

Destilando Historia *** En Curso***Donde viven las historias. Descúbrelo ahora