Destilando Historia *** En Curso***

19: Destilación

Lograr la fermentación es un proceso sumamente importante, después de que la malta sea secada y tostada, es molida y mezclada con agua caliente en un tanque. El mosto, o mezcla, obtenido es similar al de una cerveza turbia, al que se le llama Wort, y es justo en ese momento en que se le añaden las levaduras, que harán posible la fermentación.

Destilando la historia del Whisky.

L.R

Tan pronto llegaron a Stornoway, se dirigieron directamente hacia el castillo de Lewis, allí Liam las llevó directamente a una de las Suites presidenciales, indicándoles donde se alojarían. Tanto Lucrecia como Samantha estaban impresionadas con la elegancia y opulencia de la suite. Si el castillo evocaba una época antigua, sin duda aquella suite seria el sitio de los reyes de la llamada época victoriana. Cuadros y telares antiguos cubrían las pareces, enmarcados finamente en tonos dorados que asemejaban el oro. Pesadas cortinas protegían las ventanas. La suite comprendía un apartamento completo e independiente, un pequeño saloncito amoblado les dio la bienvenida y cuatro puertas que llevaban que a tres habitaciones y un comedor. Los mobiliarios parecían obras de arte en un museo, cada cual más hermoso y elegante que el otro, mesas talladas en madera, sillas con decorados muy elaborados y finas tapicerías, y sin mencionar la reluciente cristalería comprendida entre candelabros, lámparas, jarrones. Todo era simplemente impresionante.

- Santo Dios esto es simplemente espectacular. – exclamó Samantha.

- Esta es la Suite Caledonia, estaremos cómodos mientras llega el doctor. – aseguró Liam.

La puerta de la habitación se abrió de repentinamente, sin aviso o permiso previo, permitiendo el ingreso de una apresurada mujer. Era hermosa, algo madura, pero la belleza de sus rasgos, evidenciaban a una beldad en la juventud. Su cabello rubio estaba perfectamente recogido en un sencillo, pero elegante moño en la parte trasera de su cabeza, vestía un traje de pantalones negros, camisa de seda color crema y un elegante abrigo negro. Las joyas que llevaba puestas era pocas; un par de pequeños aretes, una fina cadena de oro con un solitario diamante y en la mano izquierda; una alianza de matrimonio. Lo suficientemente finas y elegantes para ser el accesorio perfecto en la dama.

- ¡Madre!. ¿Qué haces aquí? – expresó Liam.

- Oh, creí que aún era una de las socias propietarias de este sitio. – Contesto ella con evidente molestia y desafío. - ¿O me equivoco?

- No. Por supues.. – Liam se veía un poco perturbado. – Claro que no, madre.

Liam agacho un poco la cabeza y susurro un juramento, para no hacerlo en voz alta.

- No te veo hace más de tres semanas, en que no te apareces por casa, por lo menos para averiguar si aún vivo. – espetó en evidente tono de regaño maternal. – ni siquiera una llamada. Ysolo por curiosidad, en que hoy vengo a mi reunión semanal de grupo de club de libro, me entero que mi hijo sufrió junto a dos señoritas un accidente. ¡UN ACIDENTE! – Lo último lo dijo gritando.

- Madre, cálmate, no es lo que crees. – aseguró Liam, ofreciéndole un caluroso abrazo, el cual logró apaciguar un poco el enojo de la mujer.

- ¡No es lo que creo!

La mujer volvió su encolerizada vista de su reprendido hijo a las chicas. De inmediato se suavizaron sus facciones, cambiando totalmente de enojo a ternura.

- ¡Oh cariño! Mira nada más, como estas. – se dirigió con cariño hacia Lucrecia. – Y este bruto de mi hijo, ni te atiende. ¡Liam! Requiero una explicación. ¡Inmediata!