Todo producto agrícola es totalmente eficiente y exitoso, solo y cuando se prepare el terreno adecuadamente. En nuestro caso, nuestra cosecha requiere que el terreno haya sido asentado, mullido, limpiado de malas hierbas y bien desmenuzado. Ha de contar con los nutrientes específicos y necesarios que le garanticen una excelente calidad del producto final. Y es precisamente esas características especiales de nuestra cosecha, uno de los factores que inciden en el sabor del producto. Y es de esta misma manera en que se ha venido haciendo desde hace cientos de años.
Destilando la historia del Whisky.
L.R
Escocia, Islas Hébridas. Isla de Lewis 1925.
Neal Macleod, había invertido 10 años de su vida en la construcción y adecuación de lo que sería en un futuro, no muy lejano, una de las destilerías de Whisky más importantes y prosperas de Escocia, y el mundo. Había partido de su casa en Londres con tan solo 13 años, en busca de sus raíces, con la plena certeza de que todo iría bien. Su tío Adam lo había convencido de venir a sus tierras y apostarse allí. Él como hijo menor de su padre, sin esposa y sin hijos, le había legado todo a él antes de morir. Pero ahora, diez años después de su partida de Londres, extrañaba demasiado a su familia. Sus obligaciones, no le habían permitido estar en el funeral de su padre, el año anterior. Aunque mantenía comunicación constante con su madre, hermano, cuñada y sobrinos, esperando el momento en que pudiese verlos de nuevo. Había planeado un corto descanso en Londres, pero con los últimos acontecimientos y dudas que tenía, no le parecía conveniente partir.
Neal había invertido incluso hasta su fuerza física y juventud en acondicionar las antiguas tierras de su tío Adam, sembrar los granos y construir la destiladora de talla mundial, codeándose con las mejores. Contó con la ventaja de que los pobladores de la zona, eran provenientes de familias cosechadoras de trigo de antaño. Logró poner en funcionamiento la destilería y ya había producido Whiskys no tan añejos, pero de buena calidad y había logrado venderlos a unos buenos precios. Su socio Jesse Steward era un hombre joven, bastante deseoso de éxito y codicioso. Era muy influyente en Escocia, conocía las personas adecuadas y se sabía mover en los mercados emergentes. América y Japón estaban en la mira de ambos.
- Señor. Ya están listos los barriles de la primera cosecha. – aseguró su empleado de confianza.
- Bien, iré ahora mismo a verificar que la espera haya valido la pena. – contestó poniéndose en pie.
Observó la carta que había estado escribiéndole a su hermano y la guardó en el bolsillo de su chaqueta para enviarla por correo.
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Londres, Inglaterra. 1925. Un mes después.
... todo es muy extraño y adicional esta, esta sensación que me invade, no sé cómo describirla, pero siento de Jesse no está siendo del todo honesto conmigo. ¿Como se argumenta que se perdieron 2 barriles, de los 20 iniciales?, si él y yo estuvimos durante todo este tiempo verificando que todo fuera bien. Sabes muy bien que como mínimo una vez al mes yo mismo revisaba que esa cosecha estuviera bien, porque tenía todas mis esperanzas y años de trabajo en ella. Sé que es solo dinero, pero es un dinero que nos ha costado demasiado esfuerzo, espero que con las ventas podamos superar las perdidas, el valor de esos dos barriles podrían ser las ganancias de la venta de los demás. No sé cómo enfrentar esta situación, lo más triste de todo es reconocer a la traición. Como me gustaría que estuvieses conmigo para escuchar tu consejo, no es lo mismo esperar los días por la respuesta a esta carta. Igual, guardaré algo de esta cosecha para mí y para ti, para que tus hijos, nietos y bisnietos puedan conocer la maravilla del primer Whisky hecho en nuestra tierra, representando con orgullo nuestro apellido Macleod.
Con cariño tu hermano
N.M
Enos leía y releía la carta de su hermano Nial, mientras se preparaba para empacar sus cosas. Habían sido demasiados años separados. La conexión entre ambos tal vez para muchos seria extraña y confusa, pero esta era una característica que mantenían los hermanos Macleod. Su padre alguna vez le había contado como se sentía respecto a su hermano, el tío Adam, y como su muerte temprana y solitaria le había dolido demasiado. Ahora el también presentía algo, era una especie de angustia combinada con miedo. Había expresado sus temores a su amada esposa Sara, y ella le había terminado de convencer que lo mejor era partir hacia Escocia, hacia Neal. Enos sentía que su hermano lo necesitaba y su última carta fue todavía más angustiosa. Neal permanecía solo, nunca se había casado, al igual que tio Adam, parecía como si la suerte en el amor para ellos había sido negada. Neal era muy inteligente para los negocios y su destilería iba viento en popa. Pero siempre se sentía vacío, Neal nunca se había enamorado, había conocido chicas, pero ninguna había despertado el sentimiento caluroso pleno de felicidad que despertaba Sara en él. Los dos bromeaban constantemente diciendo que era la maldición de la familia, uno de los dos seria el soltero y el otro el casado. Sin embargo, aunque fueran bromas no podía evitar sentir pena, porque su hermano no conociera la belleza del amor. Belleza que él conocía muy bien, gracias a Sara.
Actualmente Sara le había brindado a Enos la mejor familia, era muy feliz con sus hijos y esposa. Pero de un tiempo hacia acá, la fortuna no le sonreía de la manera que él deseaba. Sus negocios no están resultando tan productivos como lo esperaba, asi que partir para Escocia sería una buena solución.
- Está todo listo, querido. – aseguró Sara ingresando a su despacho.
- Bien, partiremos mañana temprano. – Enos se levantó de su silla y abrazó a su esposa. – no crees que sea un viaje demasiado duro para ti y los niños.
- Va... - desecho ella la idea con un movimiento de mano. - tonterías, ellos están más que felices de conocer finalmente la tierra de sus ancestros.
- Bien... entonces que Dios nos ayude en este nuevo camino.
Al día siguiente junto a toda su familia, viajaron para finalmente establecerse en la isla de Lewis, retornando a la tierra de sus antepasados, la tierra de dónde provenía tu sangre y en la cual, su hermano estaba necesitándole urgentemente.
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Hola amigososos y amigososas.
Aqui estamos con el capitulo de hoy. Dedicado a mi amogososa bertha312
Les recuerdo que estos primeros capítulos serán recuentros históricos que nos llevarán al punto presente de la historia. Así que no, esto no es una novela histórica, pero si tendrá mucho de datos reales históricos que la ambienten.
Un abracito.
Cary.
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Destilando Historia *** En Curso***
RomanceLucrecia Riveiro, una chica de 25 años, de corazón puro, que solo vive por y para la historia, historias que la atraen como un imán y que cree como si fuesen de ella misma. Duncan Macleod, un hombre fuerte, arrogante y extremadamente entregado a su...