Destilando Historia *** En Curso***

2. La cosecha

Ya preparado el terreno, surcado de la tierra, y siembra de la semilla, se debe realizar la revisión constante del cultivo, arrancar las malas hierbas, regar con juicio y cuidar de cuervos u otros huéspedes no deseados que puedan afectarla. Pero sin duda alguna el mejor aliado de la misma es el amor y la paciencia de esperar a que el cultivo crezca y se pueda recoger la cosecha.

                                                                                                                      Destilando la historia del Whisky.

                                                                                                                                                                            L.R

México, Marzo 1983.

Ella tenía un nombre tan antiguo como las historias que tanto amaba, en general ella amaba todas las historias. Eran como portales a través del tiempo, donde podría revivir una y otra vez paisajes, culturas, épocas, lenguajes, eventos, y un sin fin de cosas más que le apasionaban, tanto que en ocasiones disfrutaba más la compañía de un buen libro, o una buena historia, en lugar de personas insípidas y superficiales, pocas personas eran capaz de comprenderla. Ella podía contar con los dedos de una mano, las personas que en realidad la entendían y amaban, tal y como era.

Y es que ella era diferente y peculiar desde su nacimiento, hasta su propio nombre era particular. Nació un 15 de marzo de 1983, en el municipio de Ixtlán del Rio de la provincia de Nayarit, México.

Su nacimiento fue mágico y totalmente esperado.

Su madre Stephanie Jones, una hermosa mujer de cabellos rubios y ojos verdes, delgada como una palmera y tan delicada como una preciosa joya, en un viaje de vacaciones a la paradisíaca cuidad mexicana de Acapulco, había ocasionado revuelo por su belleza. Toda la cuidad hablaba de la hermosa mujer inglesa. Y fue allí que conoció a Jhon Riveiro, en el hipódromo de la cuidad. Después de una hermosa y nunca antes vista exposición equina, se encontró "coincidencialmente" con feliz propietario del caballo ganador. Y desde allí el amor fue mágico

Jhon Riveiro proveniente de una tradicional familia mexicana, quedó deslumbrado por la belleza y personalidad seductora de la mujer. Vivieron un apasionado y muy fugaz amor. El conocimiento del embarazo de Stephanie, se dio a tres meses de conocerse. Pero no fue motivo de dudas para Jhon. Él era todo un caballero, bien educado por su padre, así que hizo lo que debía hacer. Casarse con Stephanie.

Ocho meses después nació ella. Y fue un motivo de inmensa alegría en la familia Riveiro, hacía más de 10 años no nacía una mujer en la familia. Rodeada de sus abuelos, tíos, primos. Toda su familia paterna, pues para la materna ella no era una noticia bienvenida. Tan pronto el estridente llanto de bebé resonó anunciando su llegada y el orgulloso padre extendió la noticia. Sus familiares, como buenos mexicanos celebraron inmensamente hasta altas horas del amanecer. Y fue precisamente en algún momento durante estas horas de jolgorio en que, a su abuelo paterno, Joaquín, lleno de amor y pletórico de felicidad, sugirió consagrar la criatura al Dios todopoderoso, para que la protegiese de cualquier mal y peligro, cobijándola bajo el santo que se celebraba ese día. Todos los presentes en la celebración, más llenos de licor que de prudencia y lucidez estuvieron de acuerdo, y aceptaron gloriosos tan magnífica idea.

Y fue así como santa Lucrecia cobijó la vida de la pequeña recién llegada, su nombre seria Lucrecia. Para acompañarlo y que no se escuchara tan solitario le añadieron un "del Pilar". Sellando la vida de la pequeña para siempre con el nombre de Lucrecia del Pilar Riveiro.

Escocia Isla de Lewis, octubre 1983

- ¿Por qué los granos tienen lombricitas, tío? - preguntó la aguda vocecilla infantil.

La fuerte carcajada de Leo Macleod se escuchó gruesa e imponente en el gran granero, acrecentándose más y más, producto del eco de las paredes. Para el pequeño, ver a su tío era como ver a un gigante, indestructible y fuerte. Él era como los cuentos que mamá le leía en las noches, solo que su tío no vivía al otro lado de una gigantesca planta, sino después de un corto viaje en auto o en caballo.

- No son lombrices, pequeño. – lo tomó de la mano y lo llevo directamente hasta el borde donde estaban los granos. – Son las plantas dentro de los granos, que empiezan a germinar. – tomó un pequeño grano y se lo enseño. – ¿Ves?

El pequeño, frunció el ceño, haciéndose más parecido físicamente a su hosco y gigantesco tío.

- ¿Y por qué?

- Porque así es como empieza la magia para poder elaborar el mejor whisky del mundo. – aseguró. - ¿Y sabes cuál es el mejor Whisky del mundo?

El pequeño lo pensó durante un momento, concentrado viendo el grano, luego una gran sonrisa se le dibujo en el rostro, sabiendo que tendría la respuesta correcta.

- ¡Cleodfiddich! – contestó jubiloso elevando los brazos.

- Exacto, mi pequeño guerrero. – aseguró orgulloso revolviéndole el pelo.

Para Leo, este pequeñito, era más que su sobrino. Lo amaba como a un hijo. No era hijo de su propia cosecha, pero innegablemente un Macleod purasangre. Reconocía el fuego interno del guerrero dentro del pequeño, y la tenacidad necesaria para seguir con el legado de su familia.

- Bien, pequeño guerrero, ¿quieres ir a buscar a tu mamá para que nos sorprenda con una deliciosa cena?

- No. – negó el niño. – Quiero quedarme contigo.

- Ah, pero te quedaras conmigo. Estas de vacaciones, ¿recuerdas?

El niño asintió con la cabeza.

- Entonces, vamos por esa cena.

Leo tomó de la mano a su sobrino y empezaron a caminar para salir del granero, mientras el pequeño entre saltos y risas, hacía mil y una preguntas acerca de todo lo que le rodeaba. Tratándose de una destilería. Todo era nuevo y curioso para el pequeño preguntón, tal vez el nunca tuviese hijos propios, pero se sentiría siempre satisfecho y orgulloso de sus sobrinos.

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Hola a todos.

Ya estamos aquí con el nuevo capítulo. No teman por estos saltos en el tiempo, ya hoy aparecieron nuestros personajes. De aquí en adelante empieza a desarrollarse nuestra historia.

Espero lo disfruten.

Abracitos.

Cary.