Conviviendo.

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Dos cuerpos amanecieron muy pegaditos y muy cansados de aquella actividad que no debían hacer todavía por la debilidad de María, pero no se aguantaron, la señora Ojos estuvo muy enérgica, ni parecía que había estado un mes en coma.

Alejandro recostado de lado hacia la ventana y María abrazándolo por detrás, el tenía su mano sujetada mientras abrazaba la almohada. Ahí no cabían las dudas, los miedos y nadie que quisiera hacerles sombras. Solo eran ellos dos. La primera en abrir los ojos fue ella, estirándose poco a poco pero a la vez pegándose más hacia su oso. Definitivamente había vuelto a casa, y no por lo que verdaderamente representaba, su casa estaba ahí en esa cama, respirando suave y abrazando su mano.

El la sintió moverse pero solo la apretó más, la verdad es que no querían levantarse, ninguno de los dos. Daban alrededor de las ocho de la mañana y ninguno tenía planes de salir de la cama. Alejandro se giró quedando frente a frente con esos ojos que el amaba ver al despertar y a toda hora. Ella le sonrió y volvió a cerrar los ojos abrazándose a él mucho más, la apretó fuerte y suspiraron ambos.

- ¡Buenos días amor! - dijo ella desperezándose. El la tomó de la barbilla y analizó su rostro sonriendo.

- ¡Muy buenos señora Domínguez! - le dijo haciendo su típico gesto con las cejas. Y ella soltó una pequeña carcajada.

- ¡No me quiero levantar! Estoy... ¡exhausta! - dijo riéndose y tomando una largo suspiro.

- Es que estaba usted muy enérgica, va acabar conmigo. Yo pensé que había estado usted en coma, ¡pero no! Estaba agarrando fuerzas para acabar conmigo señora. - ella lo miró sorprendida y riéndose fuerte, dándole un manotón suave.

- ¿Pero que indecencias está diciendo usted tan temprano señora salas? - ahora fue el quien rió fuertemente y la abrazó hacia el.

- ¡Ven acá Ojos! Mmmmm, que rico es amanecer así, pegadito a ti. ¿Te había dicho ya que te amo? - y por supuesto que ella seguía mirándolo con aquella sonrisa y totalmente embobada.

- Mmmm, hoy creo que no. Aunque, bueno. En la madrugada quizás usted me lo dijo, no me acuerdo. ¿Me lo repite? Para que no se me olvide por favor... - ambos disfrutaban tanto el estar así, el creía estar soñando y ella estaba encantada de que así es su vida con el. Aunque ella no lo recuerde, le hace bien saber que aún se aman y aún existe esa complicidad que ni en casi ocho años ha desaparecido.

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- ¡Ay mamá por favor! ¿Tu crees que no pasó nada entre ellos? Yo lo vi muy juntos cuando estaban subiendo anoche mamá, obvio que tuvo que haber pasado algo. Pareciera que mi tía se aprovechara de que no recuerda supuestamente que está casada, muy favorable para ella. ¿No? - mencionó Lorenza haciendo enojar a Consuelo.

- ¿Como se te ocurre que tu tía va a inventar que no recuerda nada? ¡Estás mal hija, muy mal! Además, así se dieron las cosas. Y si llegara a pasar algo entre ellos, eso es problema por ahora de Alejandro, y cuando mi hermana recuerde, pues ya será de ambos. ¡NO TE METAS LORENZA! - le torció los ojos a su madre y salió de la cocina como loca.

- ¡Lorenzaaa! Mi amor, ¿eres tú verdad? ¡Dios estás enorme! - le decía María cuando iba bajando las escaleras en bata agarrada del brazo de Alejandro. Claro, Lorenza era una niña hace 6 años, y María solo recuerda a esa niña traviesa. Que ahora es su rival de amores, aunque ella no lo recuerde.

- ¡Tíaaa! Si soy yo, anoche ya no te vi cuando llegaste. ¿Cómo te sientes? - le dijo acariciando su cabello y Alejandro la miraba incómodo. No le gustaba para nada aquello, Lorenza podía ponerlo nervioso pero sobretodo temía que le dijera a María todo.

- Bien mi vida, pero tú estás hermosa. ¿Verdad mi amor? - le dijo a Alejandro y el la miró de reojo.

- Si claro Ojos, todas las Domínguez son una belleza. - dijo para salir de aquello.

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¡Holaaaaa! Estoy intentando hacer los capítulos más largos. Pero la verdad me incomoda escribir desde mi teléfono. Mi laptop no la tengo porque estoy de viaje y la olvidé. Así que por ahora serán un poco cortos, espero les vaya gustando. Tenía mucho sin escribir alguna historia. Y, no soy fan de Angélica ni de ninguno en general. Pero admiro profundamente su trabajo, es un gran actriz y un gran ser humano, me constan ambas.

Espero sigan aquí, y que nos acompañemos en ésta historia. Quizás vengan más. ✨

Lo mejor de tu mirada, lo he conocido yo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora