Capitulo 5

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Capitulo 5: Premio o castigo (Parte2)

¿Qué era esto? ¿Cenizas?
Pero, ¿De dónde?

El muchacho corría con todas sus fuerzas para llegar al lugar de donde venian aquellos restos de madera pulvorizados, pero para cuando el joven Phantomhive logró llegar, se dio cuenta de que ya era demasiado tarde.

Ciel, de tan solo 13 años, contemplaba horrorizado cómo la mansión de sus padres ardía en llamas. No entendía qué había ocurrido, ¿por qué su hogar estaba siendo consumido por el fuego?. Desesperado, se acercó corriendo hacia las enormes llamas que devoraban todo a su paso y gritaba con todas sus fuerzas en busca de su padre, su madre y su hermano, esperando que de alguna manera pudieran escucharlo desde la distancia.

Ciel: ¡Padre! ¡Madre! ¡Hermano! -Exclamaba fuertemente, haciendo un intento inedito por que lo escuchasen, pero fue inútil. Sus voces quedaban ahogadas en medio de la tragedia.

Nadie acudió a su llamado. El joven no podía hacer más que quedarse y ver como su hogar se reducía a cenizas frente a sus ojos, sin que él pudiera intervenir.

Qué triste final para la familia Phantomhive.

¿Qué pecado estarían pagando?

Fin del Flashback.

Finalmente, logró despertar de su aterradora pesadilla al sentir el toque reconfortante de aquel hombre que conducía momentos antes de que él se durmiera.

-Oye, despierta. Hemos llegado. -Dijo, y el  ojiazul no tuvo más opción que despertarse.

Por un instante, se sintió desorientado acerca de quién era aquella persona y dónde se encontraban, pero los recuerdos llegaron a su mente y comprendió de inmediato lo que estaba sucediendo.

-Baja. Puedes dormir una siesta adentro. -Le ofreció, lo cual lo dejó aún más perplejo.

¿Qué llevó a ese hombre a actuar de repente con amabilidad hacia él? No lograba comprenderlo. ¿Acaso tenía algún interés en ganarse su confianza o simplemente estaba fingiendo?

El joven mantuvo un silencio total, bajó del auto y se dirigió hacia la entrada de la casa, seguido de cerca por aquel individuo desconocido, quien parecía estar esperando ese momento para capturarlo.

Sin hacer ruido alguno, abrió la puerta sorprendentemente fácil. No pronunció palabra alguna, simplemente continuó caminando. La casa, en su interior, lucía encantadora. Las paredes estaban pintadas con colores vibrantes que contrastaban hermosamente con los muebles de la sala y las baldosas en tonos café del piso. Definitivamente, no parecía la casa de un Yakuza, lo que lo dejó aliviado.

- La habitación principal se encuentra en el piso de arriba. Además, el refrigerador está abastecido por si tienes hambre. -Mencionó mientras se dirigía hacia la puerta- Ahora debo irme de prisa.

Ciel: ¿Eh? ¿No tiene intención de quedarse? -Preguntó confundido, mientras el individuo lo miraba seriamente- Quiero decir, pensé que usted era alguien que no perdía el tiempo.

-¿Eh? ¿Tiempo?

El tono sonrojado del joven le hizo notar de inmediato a lo que se refería con ello.

-Parece que está equivocado respecto a mí. -dijo, inclinándose ligeramente- Permítame presentarme. Me llamo Bard y solo he venido para traerlo hasta aquí.

Ciel: ¿eh?

Bard: El jefe se encuentra un poco ocupado y me pidió amablemente que lo trajese a su casa. Le pido tenga paciencia y lo espere aquí. -Dijo esto último, dándose vuelta y continuando con su andar.

Black LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora