Black Love

Capitulo 25

Capitulo 25: Terrible confusión (Parte1)

Caminando de un lado a otro, desesperado y muy pensativo, se encontraba Sebastian, quien no podía evitar dejar de pénsar en lo sucedido hace 3 días. Luego de que su nuevo novio recibiera aquella llamada, las cosas fueron cambiando de una manera, extrañamente drástica; para empezar, las llamadas con ese tal "Alois" fueron mucho más frecuentes, a lo que Ciel siempre buscaba encerrarse en alguna habitación vacía para hablar en privado, incluso cuando se encontraba compartiendo momentos cálidos con el azabache, no le importaba dejar todo a medias.

Bard: Basta. Me vas a marear con tu ida y vuelta de aquí, allá. -Le dijo, regañando a su amigo y jefe de toda la vida.

Sebastian: No puedo evitarlo, Bard. Desde que ese tal "Alois" llamó, Ciel no ha parado de dejarme a un lado. Incluso, se encierra en el baño con el celular para estar pendiente de su llamada. -Expresó ligeramente molesto y sin dejar de moverse- No puedo dejar de pénsar que tal vez se trate de algo malo. ¿Y si es alguien que quiere hacerle daño? ¿Y si es algún secuaz del idiota de Patterson?

Bard: Creo que exageras con el tema de ese chico. Es decir, tal vez ni siquiera sea un chico. ¿Alois? Dime, ¿qué clase afeminado usaría ese nombre?

Sebastian: Él. -Respondió con voz grave, arrastrando el sujeto.

Finalmente, Sebastian logró quedarse quieto en un solo lugar, pero eso no quería decir que estaba del todo tranquilo.

Finnian: Tal vez, sea un amigo. -Añadió, ganandose una mirada agresiva y otra aceptable- Es decir, el joven amo es muy joven, y tal vez tenga amigos.

Sebastian: ¿Amigos? -Lo cuestionó con una pequeña risita burlona, resaltando la ingenuidad del chico- Ciel, no ha tenido la posibilidad de congeniar con alguien de su edad, y menos en un lugar como ese bar de mala muerte.

Los 3 sirvientes, apreciaban mucho a aquel azabache, a pesar de tener todo tipo de cambios de humor, pero este iba más allá de un solo enojo y para su mala suerte, uno de ellos opinó algo que quizás, debió dejarse guardado para sí mismo.

Meyrin: ¿Y si es algún ex? -Preguntó con mucha duda, ganandose toda la atención posible por lo dicho- Es decir, y si él, realmente se enamoró de alguien en ese bar y...

Sebastian: No te atrevas a decirlo. -Le advirtió con severidad, analizando su suposición- Ciel, me dijo que ellos tenían una regla muy estricta, y era: "que no podían enamorarse de nadie" él mismo me lo dijo.

Todos guardaron silencio ante esa afirmación, conscientes del dolor que estaban causando a su amigo al decir esas palabras. Sin embargo, sabían que no podían retroceder, que debían seguir adelante con la verdad, por más dolorosa que fuera. Con valentía, Bard decidió hablar en nombre de todos.

Bard: Creo que Meyrin puede tener razón. -Dijo, respaldando a la mujer y recibiendo una mirada de enojo e intriga, que él ignoró por completo para no retroceder- Es posible que el joven amo se haya enamorado de alguien, ya sea un cliente o alguien del bar. Pudo haberlo mantenido en secreto y no haber sido castigado por ello, pero esa posibilidad sigue existiendo.

Tenía razón. Todos tenían razón, y Sebastian lo sabía. Incluso si ahora era importante en su vida, no podía arrogarse el derecho de decir que siempre había estado allí para Ciel o de afirmar que era el único que había logrado amarlo. A pesar del dolor que sentía, la verdad era que podría haber habido alguien que llegó antes que él y logró hacer lo que él no pudo.

Sus palabras caían como dagas sobre él, y ellos lo comprendían. Estaban tratando de ofrecerle una perspectiva más creíble, pero también debían esforzarse más en brindarle apoyo.