Black Love

Capitulo 17

Dato importante:

Este capitulo puede tener interacciones con los gemelos Phamtomhive, asi que para poder diferenciarlos al momento de leer, al gemelo mayor, le pondré una "R" y al menor que es nuestro cielito😍 una "T" Ya saben... por tuerto🤣

Gracias por su comprensión

Disfruten del capitulo🥰

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Capitulo 17: El niño de los ojos tristes.

Sebastian, tras finalizar la llamada, se encaminó hacia su habitación para llevar a cabo su segundo acto. De camino, notó la puerta entreabierta de la habitación del joven y sintió curiosidad por asomarse. Se acercó sigilosamente y echó un vistazo al interior.

Sus pupilas se dilataron al observar al joven cambiándose. Afortunadamente, Ciel no estaba completamente desnudo, lo que calmó un poco la sorpresa de Sebastian. El joven estaba vistiéndose, poniéndose la camisa y abotonándola mientras reflexionaba en voz alta.

Ciel: No seas ingenuo, Ciel. Él solo está siendo amable, no siente nada por ti. -Se expresaba a sí mismo en un intento de convencerse de la situación- Maldición, Alois tampoco me ha llamado en días. ¿Qué estará pasando? Espero que esté bien.

Finalmente, Ciel terminó de vestirse con sus pensamientos a cuestas. Escondió su viejo celular bajo la almohada y se dirigió a la salida de su habitación.

Al acercarse a la puerta, se dio cuenta de que no estaba cerrada y su rostro palideció instantáneamente. Con un ligero temor, pensó en lo peligroso que habría sido si aquel hombre la hubiera visto.

Decidió cerrar la puerta y subir las escaleras hasta la habitación de aquel hombre. Al llegar, se percató de que éste no estaba presente y la habitación, que alguna vez había espiado, le pareció aún más extraña y siniestra.

Un escalofrío recorrió su espalda al mirar de reojo el cajón cerrado con llave y recordar las cosas extrañas que había encontrado en su última visita. En ese momento, escuchó la voz de aquel hombre proveniente detrás de él, lo que lo hizo dar un pequeño salto de sorpresa.

Sebastian: ¿Ya estás listo? -Preguntó.

El hombre, al parecer había salido de la ducha. Su cabello goteando y el olor a shampoo impregnando el ambiente, lo delataba.

Ciel se giró rápidamente para encontrarse con el hombre que seguía secando su cabello.

Ciel: Sí...

Ambos se dirigieron hacia la elegante y lujosa cama del hombre, que parecía muy cómoda a simple vista.

Sebastian: ¿En qué posición te gustaría dormir? -Preguntó, y al ver la confusión en el rostro de Ciel, ajustó su pregunta- ¿En qué lado prefieres dormir?

Ciel: Bueno, este lado está bien. -Respondió, señalando el lado derecho de la cama, cerca del pequeño cajón con llave.

Sebastian: De acuerdo. -Dijo mientras ambos se acostaban en sus respectivos lugares- Que tengas buenas noches.

Ciel: Buenas noches...

Las luces se apagaron, sumiendo la habitación en completa oscuridad. No había ni un rayo de luz que lograra filtrarse por las cortinas cerradas, era una oscuridad total.

Ciel no tardó en quedarse profundamente dormido, pero Sebastian, por su parte, no lograba conciliar el sueño esa noche. Permaneció observando el techo sobre él, con la mente llena de pensamientos confusos.