Black Love

Capitulo 7

Capitulo 7: En la mesa con un demonio (Parte2)

- Pero ahora que has terminado, entonces, podemos comenzar.

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Tras las palabras pronunciadas por aquel hombre, un silencio opresivo y asfixiante invadió el lugar, haciendo que el aire se volviera irrespirable.

A pesar de los esfuerzos del joven por mantener la mirada fija en aquel hombre, resultaba imposible. Cada vez que intentaba concentrarse al máximo, era atrapado por la mirada penetrante y profunda de aquel hombre, más aún ahora que sabía de quién se trataba.

Finalmente, aquel hombre rompió el silencio.

- Comenzaré. -Dijo- Mi nombre es Sebastian. No importa si me reconoces o no de algún lugar, eso es lo menos relevante.

MENTE DE CIEL:
¿Conocerlo? No, no lo conozco en absoluto. El simple hecho de que haya intentado matarme no significa que lo conozca.

Ciel: N-no, señor.

Sebastian: Eso es bueno. A partir de ahora vivirás aquí durante todo un mes, por lo que habrá reglas que deberás seguir.

Tragó saliva.

Sebastian: No soy un hombre exigente, pero habrá una regla que deberás obedecer en todo momento, ¿entendido?

Ciel: E-entendido.

Sebastian: Obediencia. -Dijo con firmeza- Me obedecerás en todo momento. Si te pido que no salgas de tu habitación, no lo harás. Si te pido que hagas algo, lo harás. Y si te pido algo, me lo darás.

Ciel asintió, aceptando la única y estricta regla impuesta por aquel hombre.

Sebastian: Quiero hacerte una pregunta y espero una respuesta sincera, ¿entendido?

Ciel: Sí...

Sebastian: ¿Tienes alguna idea de por qué te elegí a ti? ¿Por qué, entre tantas posibilidades y candidatos, tuviste que ser tú?

Aquella pregunta realmente sorprendió al joven, quien meditó por un momento antes de responder.

Ciel: Tal vez, le hablaron sobre mis habilidades y preferencias que me hacen destacar entre los demás.

Suspiró.

Sebastian: Error. -Dijo, sorprendiendo al muchacho- No te elegí por tus habilidades en la cama, tu físico o cosas triviales como esas. Hay otra razón por la que te escogí...

MENTE DE CIEL:
Por favor, no digas matarme.

Sebastian: La sabrás después, por ahora eso es todo.

Se levantó y salió, dejando a Ciel confundido y sin poder procesar lo que acababa de descubrir.

Sin embargo, las cosas cambiaron desde ese momento.

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POV. Ciel

Los días pasaron tan rápido que apenas tuve tiempo de ordenar mis pensamientos sobre el hombre con el que ahora vivo.

Durante este tiempo, mis actividades se han limitado a hacer la cama, preparar el desayuno (que por cierto, siempre es despreciado por ese hombre), ver un poco de televisión y dormir. He estado observándolo y analizándolo. Sale con mucha frecuencia durante el día y regresa tarde en la noche. Come, pero no aquí. A veces parece preferir ignorarme y marcharse, lo cual no me sorprende, lo que sí me sorprende es que a pesar de saber que ha contratado a un servidor como yo, trae a otras mujeres aquí para tener sexo.