Capitulo 32

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- ¡No, espera! ¡Espera un momento! ¡Te lo diré todo, pero por favor, no me hagas daño!

Sebastian se mostró satisfecho al escuchar las súplicas del individuo y se acercó a él con una sonrisa en el rostro, dispuesto a escuchar su confesión.

Sebastian: Está bien. Cuéntame todo lo que sepas, y prometo que no te haré daño.

El hombre, notando la determinación en la mirada de Sebastian, decidió hablar y revelar la verdad para salvar su vida.

Sebastian: Te dejaré vivir si me señalas al verdadero culpable. -Dijo con una sonrisa burlona, sabiendo que tenía el control de la situación.

El individuo asintió con miedo y Sebastian ordenó a uno de sus hombres que lo liberara para que pudiera señalar al hombre responsable de todo.

Sin embargo, surgió un problema cuando los compañeros del individuo comenzaron a amenazarlo para que no hablara.

- ¡No digas ni una palabra, Jam!

- ¡Si abres la boca, te aseguro que no sobrevivirás para contarlo!

A pesar de las amenazas, el hombre finalmente cedió y señaló al culpable, temiendo por su vida.

Sebastian, al descubrir al responsable, no pudo evitar expresar su sorpresa y satisfacción ante la situación.

Sebastian: Asi que eres tú...

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Capitulo 32: Blanco impuro.

El acusado fue mirado con asombro y rabia por todos al enterarse de que era el autor intelectual de la invasión a la morada del azabache. Y por supuesto que nadie estaba más alegre que él, pues había logrado su objetivo principal y ahora enfrentaba de frente al hombre que tanto daño le ha hecho.

Sebastian se acercó al acusado con gracia, ordenando a sus guardias que lo levantaran para observarlo mejor.

Sebastian: Entonces, eres tú. -Dijo con una sonrisa- Tenía mis dudas, pero sabía que tenías algo que ver aquí. Eres demasiado arrogante para ser solo un peón.

La tensión en el ambiente aumentaba, mientras el hombre de cabellos blancos y ojos grises miraba a Sebastian sin remordimiento y con una pequeña sonrisa en los labios. Desafiantemente, admitió su responsabilidad en la invasión a su casa.

- Sí, fui yo quien decidió irrumpir en tu casa aquella noche e involucré a estos idiotas conmigo. -Dijo, desafiando a Sebastian, quien lo miró sorprendido por escucharlo- ¿No era eso lo que querías escuchar de mí?

La sonrisa en los labios de Sebastian se ensanchó, disfrutando del enfrentamiento con su enemigo.

Sebastian: Por supuesto, pero no pensé que confesarías tan rápido. De hecho, también odio a ese sujeto por revelar tu identidad mucho antes. -Habló refiriéndose al hombre de hace un momento- Quería divertirme un poco más. ¿Sabes? Incluso ansiaba que llegara tu turno, solo para saber la clase de estupidez que me dirías. Pero ahora, ya no tenemos que esperar más, Ash Blanc.

La identidad del hombre había sido revelada en su totalidad. Sebastian no necesitaba explicar todo su oficio personal, ya que sería una total pérdida de tiempo. En su lugar, decidió presentarse correctamente frente a los presentes, dado que estos apenas conocían su nombre, mientras que él lo sabía todo de ellos. Es algo muy injusto, ¿no lo creen?

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