XXVIII

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Capitulo XXVIII

Cuando Kiku le dijo que le daría una recompensa. Tsubaki no imagino que sería permiso de pasar la noche con Yuri en su habitación.

No es que el niño de kimono azul no entienda los planes de su hermano mayor. Aquel de apegarlo más a Yuri, para alejarlo lo suficiente de Nadeshiko. Al principio, no sabe cómo sentirse con eso. ¿Ofendido? Por colocar su relación con Yuri como si fuera un juego a su conveniencia. ¿Preocupado? De que si no salen las cosas como su hermano quiere termine haciéndole daño a Yuri ¿Qué hay si se da cuenta que él y Nadeshiko se llevan mejor de lo que aparentan? Eso lo asusta.

Por otra parte. Sería un mentiroso aún más grande de lo que se está volviendo ya. Si negara que tiene muchos deseos de volver a ver al albino. No han podido pasar nada de tiempo juntos, desde que pasaron aquella noche con Nadeshiko. Quiere ver si las cosas han cambiado con él. Con la única persona a la que no quiere mentirle.

Tsubaki pareció acepto el regalo de su hermano sin titubear.

Cuando llego la hora acordada. Se reunieron junto a todos los demás Hana y sus hermanitos, en la entrada al pasillo principal, cerca de la puerta Torii color rojo. Tsubaki nota enseguida a Himawari, este luce muy molesto, cruzando los brazos e inflando las mejillas. Estaba al lado de la sirvienta que había ido con el ikebana. Lo estaba regañado por recargarse vulgarmente en la columna del Torii mientras esperaban.

En el momento en que la sirvienta miro a Kiku les indica a los mayores:

―Okaa-san y Suisen-Ikebana, se encuentran en la entrada principal del templo junto a unos clientes que desean conocerlos. Mande a traer los Kago, en cuanto los niños suban a ellos, los dejare esperar junto a la guardia contratada por Okaa-san. Regresare y los llevare con ella y después me retirare con los niños a la casa.

Los mayores asintieron. Dieron indicaciones de que Suika y Ran compartirían el palanquín. Así mismo lo harían Yuri y Tsubaki. Al principio, Nadeshiko pareció querer objetar esta decisión, pero la mirada de Kiku fue suficiente para fingir ignorancia y no decir nada.

En cuanto los mayores dieron sus indicaciones. No fue extraño para nadie que Himawari comenzara a quejarse. Intentando convencer a la sirvienta de que les diera una oportunidad de él y a los menores de ir a pasear solos al festival mientras ella llevaba a los Hana con Okaa-san, en lugar de esperar solos en los Kago. Claro que sus protestas no dieron resultado. La sirvienta tenía órdenes muy específicas de lo que debería de hacer. Se dio el permiso de disciplinar al niño frente a los demás por mostrarse caprichoso. Pegándole una bofetada lo suficientemente fuerte para dejarle la mejilla roja.

Himawari ya no dijo nada más. Se tragó su coraje, se quedó callo con la mirada agachada, apretando los puños esperando con los demás. Tsubaki lo había mirado con lastima mientras Yuri se escondió detrás de Nadeshiko. Mientras Ran y Suika fingieron que no habían visto nada, al igual que los mayores.

Llegaron los Kago. Como lo habían ya planeado, los niños los tomaron en silencio. Esperaron y después de unos minutos partieron de regreso a la casa.

De camino, Tsubaki no sabe si iniciar una conversación. Después de ver como la sirvienta golpeo a Himawari el ambiente se había vuelto aún más incómodo para él. Entre la conversación que tuvo con su hermano y esto último. Su ánimo había decaído bastante. Aunque Tsubaki y Yuri estaban acostumbrados a pasar mucho tiempo en silencio al estar juntos, por la incapacidad del albino de hablar. Esta vez era diferente. El espacio pequeño con los Kumade de sus hermanos entre ellos formando una barrera. No los ayuda mucho.

Yuri por su lado tenía tantas cosas que quería contarle a Tsubaki. Sobre lo que había aprendido, sobre el baile que iba hacer durante la presentación. Sobre el hombre que le regalo la kanzashi mientras sonreía alabando su apariencia. Pero puede sentir la presión venir de Tsubaki. Sabe que algo es diferente en él, pero no puede precisar que es. Decide dar el primer paso entre ambos porque intuye que si se queda callado, no podrá hablar con él de nuevo en mucho tiempo.

Raikoritsu no hata (El campo de las lycoris)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora