Capítulo 17

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Estaba jodidamente disgustado conmigo mismo

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Estaba jodidamente disgustado conmigo mismo. Después de ponerme los pantalones, me senté lo más lejos posible de Tamar. No era así como se suponía que debía ser. Juré que no la aceptaría hasta que ella me lo pidiera, pero lo había jodido todo.

Dejé que mi ira se apoderara de mí.

Tamar había seguido poniendo a prueba mi autocontrol. Pensé que finalmente estábamos llegando a alguna parte. Sólo podía imaginar lo que estaba pensando. Mis acciones habían confirmado sus pensamientos de que todo esto se trataba únicamente de follarla.

Me arriesgué a mirar en su dirección. Estaba sentada en la cama con las rodillas debajo de la barbilla.

—Lo siento. —dije, aunque disculparme con ella no me hizo sentir menos pequeño.

Tamar levantó la vista de sus manos con confusión escrita en todo su rostro.

—¿Perdón por qué?

¿Por qué actúa como si no lo supiera?

—Lamento haberte obligado a hacer eso, haberte tratado tan bruscamente.

Me encantaba la sensación de estar dentro de Tamar, pero en el momento en que terminó, el arrepentimiento me invadió como lluvia.

Ella se lamió los labios y sacudió la cabeza.

—¿Por qué lamentarse, Omar? Soy una mujer adulta, consciente y con necesidades como todo el mundo. La verdad es que me gustó...y mucho.

Sabía que ella estaba jugando conmigo otra vez. Quería que ella me deseara, no que se pusiera una fachada falsa diseñada para que la dejara ir.

—¿Por qué tiene que ser esto tan difícil? —pregunté en voz alta, retóricamente.

El interminable ir y venir, ella empujando, yo tirando. Estaba causando estragos en nuestra relación. No se suponía que fuera así.

—Mírame, Omar. —Tamar se quedó en silencio mientras esperaba, después de unos segundos en los que no obedecí, gritó: —¡Mírame!

Nuestros ojos se conectaron.

—¡Ay, Dios mío! —ella sacudió la cabeza y luego se detuvo de repente. Se centró en mí con lástima escrita en su rostro. —Esto es triste, realmente triste. Sabes, incluso después de todo lo que ha pasado entre nosotros, realmente me siento mal por ti. Realmente creíste que esto se convertiría en un desastre tipo felices para siempre, tu propio pequeño y retorcido cuento de hadas. Todas tus enfermas fantasías sobre nosotros juntos son espeluznantes. Pero en serio, escúchame y escúchame claramente porque creo que este consejo te será realmente útil. — saltó de la cama y caminó con pasos pesados ​​hacia donde yo estaba sentado y se paró frente a mí.—No existe, ni existirá jamás un tú y yo juntitos hasta viejitos. No existe un final feliz para personas como nosotros. Estoy destrozada y tú estás aún más desordenado mentalmente que yo. — se inclinó y esperó a que nuestras miradas se encontraran antes de volver a hablar. —Nunca estaré contigo como quieres. Nunca te amaré. Yo no sé qué es el amor y tú tampoco. Podrías mantenerme en esta habitación durante un millón de años y lo único que obtendrás de mí será buen sexo y tal vez mi odio. —ella asintió con la cabeza. —Sí, puedo verme odiándote. ¿Por qué no lo haría? Me secuestraste, me quitaste mi libertad y mis opciones, y ahora pretendes volverme completamente loca con tus constantes quejas de que estamos destinados a estar juntos.

LAZOS TORMENTOSOS  [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora