Flowers | Valeria Garza

✿ 18: cita y trabajo.

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Valeria se removió despacio cuando el cantar de los pájaros la sacó de sus sueños, sintiendo el cuerpo desnudo de la muchacha desprendender aquel dulce calor corporal que tanto amaba.

Suspiró enamorada, apretandola incluso más contra ella, sin ninguna intención de despertarla.
Acarició con delicadeza la espalda desnuda de la muchacha mientras miraba el techo.

¿Realmente así sería su vida a partir de ese momento...?

Le encantaba la idea de despertar junto a ella todos los días de su vida.
Sonrió cuando se imaginó amándola incluso ambas siendo viejitas, y pudo darse cuenta de que estaba muy enamorada de su novia.

Su novia... Sonaba realmente precioso.

La muchachita se removió un poquito entre sus brazos, y levantó su mano hasta jugar con sus cabellos desordenados.

- Buen día, hermosa...

La otra sonrió, sus mejillas enrojeciendo un poquito mientras escondía su rostro en el pecho de Valeria.

- Buen día... - susurró tímida, levantando despacio la mirada. - ¿Cómo dormiste?

- Bien, he dormido muy bien... - murmuró divertida. - ¿Y tú?

- Como nunca... A-Anoche me dejaste cansada...

Valeria rió un poquito, tomándola de la barbilla para subirla un poco y obligarla a pegar sus labios con los suyos en un dulce besito.
Al separarse, la mayor la miró con todo aquel amor que sentía.

- Creo que te has vuelto bastante descarada, eh... - susurró divertida. - Tendré que volver a enseñarte modales.

___________ rió cuando sintió las manos de la mujer colarse en su cintura por debajo de las sábanas para hacerle coquillas y Valeria la imitó, contagiandose con aquel dulce sonido.

Garza la soltó, dejándola carcajear sobre las sábanas un poco, mientras se agachaba en busca de las prendas que había lanzado al suelo la noche anterior, y se vistió bajo la atenta mirada de la muchacha.

- ¿A dónde vas? - preguntó curiosa.

- A preparar el desayuno y luego a darme una ducha. - murmuró. - Alejandro despidió a María, así que tendré que concinar yo en el tiempo en el que me quede en esta casa.

La muchacha la miró sorprendida. - Déjame ayudarte.

- Quédate en la cama, hermosa. - dijo enamorada, dándole un suave beso en sus labios.

La muchacha la apresó por su cuello, alargando aquel contacto cargado de amor. Valeria sonrió entre el beso,colocándose con cuidado sobre la chica, sin intenciones de aplastarla.
La más jovencita rompió aquel contacto, con un pequeño chasquido.

- Oye, Val...

- ¿Si, mi amor? - susurró totalmente enamorada, y _________ sonrió al sentir toda esa intensidad.

- Me debes una cita...

Valeria soltó una risa. - Lo sé, pero esta tarde debo de trabajar tarde, y no quiero cortar nuestra cita por trabajo.

Los ojitos de la muchacha se iluminaron y la soltó, buscando su vestidito blanco con rapidez.
Se lo puso y saltó emocionada junto a Valeria, que la miraba desde arriba con una ceja alzada.

- Tengamos una cita hoy y-y luego llévame a conocer tu trabajo.

Valeria frunció las cejas y borró su sonrisa, comenzando a caminar fuera de la habitación.