Capítulo 13

79.3K 5.2K 335
                                    

SAVANNAH:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

SAVANNAH:

Miré furiosa a la representación de barbie barata que se le insinuó a Marcus, es más que ¡besó a Marcus!

La muy zorra se había atrevido a tocar a compañero. Por mi mente sólo cruzaba la forma en que la mataría, quería matarla y luego hacerlo sufrir a él por no separarse de ella.

Fulminé a Marcus con la mirada cuando el muy cobarde se atrevió a abrir los ojos y luego miré a la barbie que tenía en frente mío.

— ¿Y tú quién eres? — pregunté controlando mis instintos asesinos.

— ¿Disculpa? — se llevó la mano al pecho de manera dramática — ¿Tú quién eres?

— Mira perrita rabiosa, no tengo por qué darte explicaciones a ti.

— ¿¡Marcus dejarás que me hable así!? — chilló, dirigiéndose a él.

— Exacto Marcus quieres explicarme quien es — demandé.

— Eh... — por su rostro podía deducir que estaba nervioso y que no podía articular ni una palabra.

— Yo se lo explicaré amor — dijo la muy perra resaltando la palabra amor —. Soy Gabrielle y nosotros dos, estamos comprometidos.

Solté una amarga carcajada al escucharla, mi rostro en este momento no era el mejor de todos y a pesar de querer destripar a la Barbie, necesitaba una explicación antes que empezase a sacar mis propias conclusiones.

Estábamos comprometidos — se apuró a corregir Marcus, mirándome con súplica.

— Pero... — sonreí con malicia al ver como se quedaba callada — Volverás a mí, cuando te aburras de ella — dijo haciendo una meuca de asco al apuntarme — Volverá a mí, siempre nos llevamos bien y más que nada en la cama su cínica ¿No recuerdas como lo hacíamos hace un par de meses?

Y eso era lo que faltaba para agotar mi paciencia, la rabia me consumía y tan sólo pensar en Marcus con otra mujer en una misma cama y gimiendo su nombre me daba ira y asco.

No hice ningún escándalo sólo caminé hacia el baño para refrescar mi rostro. No podía arrancarle la cabeza allí mismo en medio de mi propia fiesta y menos en la casa de mis padres. Hice caso omiso a los gritos de Marcus, seguí caminando y sonriendo a todo aquel que me saludaba.

Entré al baño y apoyé mis manos sobre el lavado, miré mi rostro y vi mis pupilas dilatadas. Respiré hondo y comencé a contar, tratando de relajar mis músculos.

No podía enojarme con Marcus por el compromiso, según él había dejado claro que se había roto, en cambio yo si estaba casada y se lo estaba ocultando.

— Máximus amaría ver que has encontrado a tu familia y destruirla el mismo — la odiosa voz de Sierra llegó a mis oídos haciendo que eleve mi vista y la mire a través del espejo.

She is my mate.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora