Nunca creí haberla encontrado, nunca creí poderla tener en mis manos y menos pensar que era MIA, porque ella es mi mate.
***
Una pareja cargada de pasión y deseo, pero sobre todo problemas...
¿El amor es suficiente para rescatarte de la oscuridad...
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SAVANNAH:
— Ya te extrañaba — besó mis labios y luego mi frente.
— Y yo — me acomodé en su pecho, mirando la Tv.
— No más que yo — sentí su pecho vibrar bajo de mi —. ¿Cómo ha ido tu día?
— Bien. Un día normal, ya sabes estar con Aisha y todo eso. ¿El tuyo?
— Normal — se encogió de hombros —, ya sabes arreglar temas de la manada y ver que todo esté en orden. Normal.
Seguimos hablando unos minutos más de lo que habíamos hecho en nuestro día, ya que sólo nos habíamos visto a la mañana temprano. Luego cenamos pizza, mirando una película, y al final los dos subimos arriba a dormir ya que ambos estábamos demasiado cansados.
— Te quiero.
— Te quiero igual — respondí, fijé mí vista en sus ojos que brillaban con intensidad —. No importa lo que pase, siempre te voy a querer.
— Siempre — susurró en mi cabello, ya casi quedándose dormido.
— Perdón por todo Marcus... — susurré sobre su pecho dejando un beso en sus labios.
Nuestra última noche.
Sabía que no me había escuchado ya que se había dormido, pero necesitaba decírselo.
[...]
Mi pecho se oprimió con cada palabra que escribía sobre el blanco papel y las lágrimas amenazaban con salir, sentía que con cada palabra que dejaba grabada ahí un pedazo de mi corazón también quedaba.
Cerré el sobre y escribí el nombre de Marcus, dejándolo sobre el escritorio junto con otras dos cartas más y todos mis diarios. Me quedé parada en silencio, mirando fijamente la pared. Buscando las respuestas a preguntas que no tenían solución.
Marcus se había ido por la mañana a arreglar unos asuntos con una manada vecina y yo me había quedado en casa preparando todo.
Flashback:
— Te quiero, nos vemos luego – dejó un beso en mis labios, sin saber que ése iba a ser el último en mucho tiempo.
— Marcus.
— ¿Qué pasa, amor? — preguntó con sus radiantes ojos verdes.
— Te amo — dije en un susurro, abalanzándome sobre su cuerpo y aferrándome a él.
Nunca había dicho la palabra "te amo" siempre me pareció algo idiota decírsela a alguien, pero llega un punto en tu vida donde encuentras el verdadero significado del amor. Llega ese momento donde sientes que dependes plenamente de esa persona, que va más allá de la vida y la muerte, sientes que cada pedazo de tu corazón encaja perfectamente con el de la otra persona, donde cada imperfección es la perfección. Sientes como sin esa persona no serias nadie y solo vivirías por ti mismo, pero en cambio cuando la encuentras y logras decirle esas dos palabras es como regalar un trozo de tu alma, es como entregar todo de ti.
